7 de agosto de 2009, 2:00
Nuestra opinión, clara y diáfana, es la siguiente: cuando todo parecía que estaba cerrado es evidente que, a última hora, alguien ha tenido que decir ‘no’ al patrocinio de unas camisetas que iban a pasear por España el nombre de la ciudad mientras miles de seguidores y de cartageneros se habrían sentido orgullosos de ello. La propia alcaldesa ya lo dijo en la SER el pasado mes pero, claro, de eso ahora nadie se acuerda.
Creemos también que el vicealcalde, Agustín Guillén, ha dejado sólo a su concejal de Deportes, Alonso Gómez López, a la hora de quitarse el ‘muerto’ de encima. Lo pensamos y lo decimos el mismo modo que tanta gente lo piensa.
La segunda autoridad ha querido vender la ‘moto’ de que “era bueno” para el Cartagena el acuerdo adoptado. Pero nada más lejos de la realidad. Al edil de Deportes le ha tocado dar la cara, bailar con la más fea, decir, probablemente, lo que no siente por mucho que él quiera aparentar lo contrario. En política también hay jefes y muchas veces toca callar y decir lo que uno no habría querido decir.
Ahora, nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino cuando promulgan la idea de que esta decisión es la mejor para el FC Cartagena. ¿Lo mejor? ¡Por favor...! Nosotros creemos abiertamente que no hay nada más lejos de la realidad y compartimos plenamente el sentir de aquellos miles de aficionados y seguidores blanquinegros, que tan felices serían a estas alturas presumiendo de equipo, de esponsor y de un ayuntamiento que les apoya.
Nuestra duda es saber lo que habría pasado si hubiera sido al revés, es decir, si la Fundación Teatro Romano hubiera dado el ‘sí, quiero’. ¿Habría sido Gómez López el encargado de anunciarlo o el propio Agustín Guillén? No. No rotundo. Ni uno ni otro. Habría sido la mismísima alcaldesa Pilar Barreiro la que lo habría anunciado a bombo y platillo.
También creemos que si en Murcia existiese un ‘Teatro Romano’ o una ‘Murcia Puerto de Culturas’ bajo ningún concepto habrían dejado pasar esa oportunidad. Uno se lo habría llevado el baloncesto, por ejemplo. El otro, el equipo de fútbol sala. Y el tercero en discordia, Cajamurcia, habría sido para los que siempre son, el Real Murcia, que además, nos parece muy bien que lo hagan.
Herminio Carlos, periodista de la SER y columnista de este periódico digital ya dijo muy claro en nuestro diario que Murcia tiene dos concejales de Deportes, el verdadero, Miguel Cascales, que lucha como pocos por sus intereses y Pedro Alberto Cruz que, por si alguien no lo sabe, es el consejero de Cultura, Turismo y Deportes. Y es verdad.
Creemos también que el vicealcalde, Agustín Guillén, ha dejado sólo a su concejal de Deportes, Alonso Gómez López, a la hora de quitarse el ‘muerto’ de encima. Lo pensamos y lo decimos el mismo modo que tanta gente lo piensa.
La segunda autoridad ha querido vender la ‘moto’ de que “era bueno” para el Cartagena el acuerdo adoptado. Pero nada más lejos de la realidad. Al edil de Deportes le ha tocado dar la cara, bailar con la más fea, decir, probablemente, lo que no siente por mucho que él quiera aparentar lo contrario. En política también hay jefes y muchas veces toca callar y decir lo que uno no habría querido decir.
Ahora, nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino cuando promulgan la idea de que esta decisión es la mejor para el FC Cartagena. ¿Lo mejor? ¡Por favor...! Nosotros creemos abiertamente que no hay nada más lejos de la realidad y compartimos plenamente el sentir de aquellos miles de aficionados y seguidores blanquinegros, que tan felices serían a estas alturas presumiendo de equipo, de esponsor y de un ayuntamiento que les apoya.
Nuestra duda es saber lo que habría pasado si hubiera sido al revés, es decir, si la Fundación Teatro Romano hubiera dado el ‘sí, quiero’. ¿Habría sido Gómez López el encargado de anunciarlo o el propio Agustín Guillén? No. No rotundo. Ni uno ni otro. Habría sido la mismísima alcaldesa Pilar Barreiro la que lo habría anunciado a bombo y platillo.
También creemos que si en Murcia existiese un ‘Teatro Romano’ o una ‘Murcia Puerto de Culturas’ bajo ningún concepto habrían dejado pasar esa oportunidad. Uno se lo habría llevado el baloncesto, por ejemplo. El otro, el equipo de fútbol sala. Y el tercero en discordia, Cajamurcia, habría sido para los que siempre son, el Real Murcia, que además, nos parece muy bien que lo hagan.
Herminio Carlos, periodista de la SER y columnista de este periódico digital ya dijo muy claro en nuestro diario que Murcia tiene dos concejales de Deportes, el verdadero, Miguel Cascales, que lucha como pocos por sus intereses y Pedro Alberto Cruz que, por si alguien no lo sabe, es el consejero de Cultura, Turismo y Deportes. Y es verdad.
