1 de febrero de 2010, 1:00
Fue un partido matinal, clave y pésimamente jugado. En el banquillo albinegro estaba el cordobés Paco Parreño. Ocurrió que el Cartagena perdió en diciembre de 1990, vísperas de nochevbieja, en Palma de Mallorca ante el filial mallorquinista, en partido de Segunda B (3-1) jugado en terreno de césped sintético. Fue un partido matinal, clave y pésimamente jugado. En el banquillo albinegro estaba el cordobés Paco Parreño. La derrota sentó tan mal al presidente José Luis Belda que destituyó al entrenador de manera fulminante.
Inmediatamente el Cartagena buscó el relevo y contrató a Voltaire García, uruguayo, que clasificó a los cartageneristas para la liguilla de ascenso en un impresionante esprint, coronado por el 0-3 en el Rico Pérez ante el Hércules de Vicente Carlos Campillo. Fue el año en el que el Racing ascendió a Segunda al ganar, y cómo ganó, en Las Margaritas de Getafe.
Tras el fracaso en Mallorca, los jugadores y el técnico fueron castigados a almorzar al margen de la directiva y acompañantes en el viaje, pues comieron en el Club Náutico de Palma, un menú de muchos tenedores.
Inmediatamente el Cartagena buscó el relevo y contrató a Voltaire García, uruguayo, que clasificó a los cartageneristas para la liguilla de ascenso en un impresionante esprint, coronado por el 0-3 en el Rico Pérez ante el Hércules de Vicente Carlos Campillo. Fue el año en el que el Racing ascendió a Segunda al ganar, y cómo ganó, en Las Margaritas de Getafe.
Tras el fracaso en Mallorca, los jugadores y el técnico fueron castigados a almorzar al margen de la directiva y acompañantes en el viaje, pues comieron en el Club Náutico de Palma, un menú de muchos tenedores.
