Parece que ha llegado para quedarse un tiempo. Marcos cuajó este domingo el que hasta la fecha ha sido su mejor actuación de los tres partidos que lleva disputado –Melilla- Marbella y Jaén-. En los dos anteriores recibió goles y sus actuaciones no acababan de convencer del todo, probablemente por los nervios.
Pero ante el Jaén el joven madrileño acabaría ofreciendo su mejor actuación hasta la fecha. Porque Marcos, además de estar bastante seguro y ganar confianza conforme iban pasando los minutos, supo ser valiente cuando tuvo que hacerlo, especialmente en un par de salidas por alto dónde se jugó las pestañas para acabar saliendo airoso de la situación.
El meta madrileño, a la sombra de Limones desde que llegó procedente del Mar Menor, había esperado paciente la oportunidad que le llegaría primero en el partido ante el Melilla y después con el Marbella primero y ahora con el Jaén.
Su actuación fue del agrado del aficionado, que premió todas y cada una de sus intervenciones con aplausos y, sobre todo, con la sensación de haber ganado muchos enteros en confianza, lo que el público supo cómo agradecérselo. Tuvo un fallo en una salida que pudo costar mucho más pero la afición acabaría tapando ese error con aplausos.
