La defensa del Cartagena hace aguas por todas partes. Es algo que vería hasta un ciego. Este equipo tiene en la defensa un agujero grandísimo por donde entrar goles como churros. Cinco derrotas y solo tres derrotas dos de ellas en los últimos instantes- dan para pensar que este equipo todavía está muy lejos de lo que se había vendido antes de iniciar una Liga que se presentaba ilusionante pero que, a fuerza de ir de derrota en derrota, la ilusión está dejando paso a todo lo contrario.
Ya son 14 los goles encajados, una cifra muy alta que daría un promedio exacto de 1,75 goles por partido, casi dos goles son demasiados para no saber cortar de una vez la hemorragia en la que se ha convertido el equipo albinegro. En los dos últimos partidos fuera de casa de forma consecutiva son seis goles encajados por sólo dos a favor.
Es evidente que, o se ponen soluciones inmediatas o mal camino le espera a este Cartagena, y no será que no lo decimos con tiempo de sobra.
