Por desgracia, de nuevo toca contar un episodio presuntamente racista. Omar El Hilali, jugador del Espanyol, se dirigió a Luis Mario Milla Alvéndiz, árbitro del partido ante el Cartagena, para alertarle de que había recibido algún insulto de índole xenófoba.
Corría el minuto 28 de la primera mitad, con los 'pericos' por delante en el marcador, cuando el futbolista marroquí se quejó al colegiado de lo sucedido. Este acudió a la banda y le trasladó con vehemencia al delegado de campo la situación.
Estuvo el trencilla en diálogo con el miembro del cuerpo técnico local unos minutos hasta que este último sacó el teléfono móvil. Por las imágenes, parece que se puso en contacto con el encargado de la megafonía, al que miró desde el césped mientras le trasladaba la información.
Fue entonces cuando entró en acción el protocolo. Este manda que, en un primer momento, se dé un aviso por megafonía y se detenga el choque. Eso es justamente lo que sucedió en un Cartagonova que no necesitó un segundo castigo. Este, según la norma, es directamente la suspensión del choque en caso de persistir los actos racistas.