FICHA TÉCNICA
FC CARTAGENA: Marc Martínez; Delmás, Pablo Vázquez, Datkovic, De la Bella (Alcalá, 81); Bodiger (Cristóforo, 63), Boateng (Ortuño 72); De Blasis (Tejera, 81); Alex Gallar, Nacho Gil (Cayarga, 73), Rubén Castro
AMOREBIETA: Marino; Larrazabal (Mikel Lozano, 62), Oscar Gil, Nolaskoain, Ibazabal, Seguin; Javi Ros (Álvaro Peña, 62), San José (Mikel Orozco, 46), Iker Bilbao (Koldo Obieta, 62); Moreno (Etxaburu, 53), Guruzeta.
BANQUILLO: M.M. Saizar; Aldalur, Olaetxea, Unzueta, Obi, A. López, Luengo, Markel Lozano, Álvaro Peña, Orozko, Aimar, Etxaburu
ÁRBITRO: García Verdura (colegio catalán, de Barcelona). Tarjetas para el local Bodiger y para el visitante Larrazabal.
GOLES: 1-0. Min. 17. Rubén Castro, de penalti. 2-0. Bodiger. 3-0. Min. 56: Alex Gallar. 4-0. Min. 64: Rubén Castro. 5-0. Min. 67. Rubén Castro
INCIDENCIAS: Jornada 41 en la Liga Smartbank. 4244 espectadores en las gradas del Cartagonova. Mucho calor con unos 25 grados
LA CRÓNICA
Por A. MARTÍN
Fotos: RAÚL VELASCO-UP PROJECT
Cinco goles como cinco soles les dejó el Cartagena al Amorebieta como amargo recuerdo para el equipo vasco de su despedida de la Liga Smartbank. El Efesé fue superior de principio a fin y no dejó títere con cabeza a la hora de aprovechar las ocasiones. Rubén Castro, por si era poco, lograba su primer ‘hat trik’ desde que el goleador canario se enfunda la elástica albinegra que le supone algo que parecía imposible: superar la cifra de 17 goles de la pasada temporada con sus 20 goles a día de hoy. Es evidente que RC7 tiene que seguir. No hay otro como él incluso con sus casi 41 años. El ‘7’ albinegro es de otro planeta.
Los vascos llegaban hasta el Cartagonova con la respiración asistida y a un paso del descenso. Escaparse sonaba a milagro más que a otra cosa pero ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde. Asi salieron los del Amorebieta que, a base de una presión alta, ponían a los albinegros en más de un brete pero se olvidaban de lo que casi siempre parece definitivo, como es taparse bien las espaldas.
Tenían tantas necesidades que en una de ellas llegaría el primer despiste, un claro penalti por derribo a Boateng dentro del área que Rubén Castro, sin dudarlo un instante, se apresuró a coger la pelota y colocarla en el punto de penalti. Era el minuto 17 y la tarde no podía empezar mejor muy a pesar de que los zornotzarras se estaban jugando la vida.
Hasta poco antes del descanso todo se limitó a un tuya-mia con un Amorebieta que empleaba más el corazón que la cabeza, cuestión que el Cartagena sabía utilizar a las mil maravillas porque en una de esas llegaría el segundo tanto albinegro que, con la firma de Bodiger, sonaba a que ese 2-0 parcial podía ser ya el definitivo.
TRES GOLES EN APENAS TRECE MINUTOS
Mucho tenía que correr el Amorebieta -marcar tres goles en tres cuartos de hora y esperar otros marcadores- si quería salir vivo del Cartagonova. Durante los primeros minutos los chavales de Ariz Mujika daban la impresión que estar dando la cara, se acercaban y a veces hasta asustaban con algunas llegadas hasta las inmediaciones de Marc Martínez, pero entre la endeblez de su ataque y la seguridad defensiva de los albinegros poco o nada había que hacer.
En esas estábamos hasta que, uno de los contragolpes cartageneristas bien llevados como casi siempre, por la derecha, el último rechace le llegaba a Alex Gallar que sacó su zurda a pasear para marcar un golazo que suponía el 3-0 y la sentencia definitiva. El Amorebieta, con más de media hora por delante, estaba completamente muerto. Ya solo era cuestión de saber cuántos goles les podía caer.
Rubén Castro tenía ganas de marcha, olió la sangre y en tres minutos dejó el asunto más que resuelto con otros dos goles que elevaba hasta los 20 su cifra de goles y le situaba como el jugador cartagenerista que más goles ha logrado en el fútbol profesional, superando los 36 de Toché. Primero en el minuto 64 y tres minutos más tarde, en el 67, el quinto de la tarde y el tercero de su cuenta particular.
A partir de ahí poco más cabía esperar como no fuese otro gol que pudo haber conseguido RC7 de nuevo, que habría sido el cuarto suyo, y poco después el asturianín Berto Cayarga que rozó el que estuvo a punto de convertirse en el 6-0. No fue así pero a esas alturas el público ya estaba entregado a su equipo mientras la desolación en las filas vascas iba creciendo a la vez que ya digerían su consumado descenso. Y es curioso porque los vascos llegaron a lanzar hasta una docena de saques de esquina, es decir que no se entregaron ni siquiera en el final, estrellando (Álvaro Peña) un disparo en la cruceta que, si hay que ser justos, mereció todos los honores de haber sido gol.
La exhibición fue total, puede decirse que brillante y que deja al Cartagena en la novena posición salvo que el Huesca se la birle en la última jornada or el golaverage particular. Pero la despedida no pudo ser más brillante en una noche para el recuerdo que cierra la Liga en casa con un bagaje extraordinario y que, con unos pocos puntos más, habríamos visto al Cartagena clasificarse para el playoff de ascenso. Pero mucho nos tememos que la próxima campaña será un vuelta a empezar de nuevo que Dios quiera, acabe como mínimo, como ha terminado esta Liga.
