No pintan bien las cosas para el Cartagena en este arranque liguero. El propio Víctor Fernández lo reconocía este domingo tras acabar el partido en el Romano de Mérida y Paco Belmonte, dueño del club, manda sin ambages un mensaje hacia aquellos que no pudieran tener la actitud necesaria para sacar los partidos adelante.
Los números están ahí, no sólo los del grupo IV que en realidad es lo que cuentan sino los de una ficticia clasificación general formada entre todos los equipos de Segunda B, en el que los blanquinegros ocuparían simbólicamente el puesto 62, muy, muy bajo para lo que cabía esperar a estas alturas de la competición.
Los cuatro primeros puestos serían para el Cornella (16 puntos), seguido del Villarreal B y Barakaldo (15) y Reus (14) junto al Mérida, también con los mismos puntos.
Por la parte de abajo nos encontramos con el Llosetense, Olot y Mensajero (2 puntos) y Linense, que es el último, con 1 punto. En esa zona de abajo tambi´`en nos encontraríamos con el Jumilla, próximo rival en el estadio Cartagonova, con solamente 3 puntos y un peligro evidente en ciernes para el Cartagena. El Hércules estaría en el puesto 60, el Murcia en el 25, La Hoya Lorca el 17 y el UCAM Murcia el 11, por encima del Cádiz que sería el 12.
Solamente son algunos de los equipos más representativos y es verdad que esto no ha hecho más que empezar y que no es como empieza sino como acaba. Pero en Cartagena ya hay experiencia y muy malos recuerdos, frescos aún en la memoria de todos. Goles son amores, que se dice y que los resultados mandan, también.
El Cartagena tiene aún todo el tiempo del mundo pero los números se le han puesto en contra. Estar en el puesto 16 en el grupo IV y ser el 62 entre los 80 de toda la Segunda B no es bueno precisamente. La frialdad de los números es así.
