En la pasada temporada, la 22/23, y en la misma jornada que la actual (la duodécima), el equipo ‘jabato’ -así es como se le conoce- ocupaba el último lugar de Segunda: tenía 9 puntos y muy pocas esperanzas de salvarse. Pero al final de la Liga lograría 52 puntos y alcanzando la proeza, terminando en el puesto 16º, a 8 puntos de la Ponferradina, el primero de los cuatro equipos descendidos, Málaga, Ibiza y Lugo.
La clave estuvo en la primera vuelta, aunque para salir de puestos de descenso, el Mirandés tendría que esperar hasta la jornada 18 con el 4-2 que le endosó a un entonces gran Albacete. Se hicieron fuertes en Anduva y subirían hasta el puesto 17, posición que ocuparon durante las tres siguientes jornadas para acabar en el puesto 15º al terminar la primera vuelta, ya con 26 puntos y a 6 del descenso.
Durante la segunda vuelta, la cual iniciaron con buen pie tras el 0-0 en Zaragoza, no ocuparían puestos de descenso ni una sola vez y ahí estuvo el mérito; ya que los castellanos fueron irregularmente regulares y valga la contradicción porque es lo que ocurrió. Estuvieron viviendo por la zona baja, entre los puestos 15 y 17 durante la mayoría de esta etapa definitiva, en la que incluso llegaron a ocupar el puesto 10º, el más alto de esa campaña.
El conjunto castellano logró la salvación matemática en la jornada 39, en la que alcanzó los 52 puntos tras realizar una primera vuelta en la que sumó 26 puntos
Este es un claro ejemplo, el más reciente, que viene al caso para invitar al optimismo porque al Efesé, si aún le queda algo, es un buen entrenador que sabe lo que lleva entre manos, y tiempo, mucho tiempo aún por delante para reaccionar. Pero eso sí, también el tiempo se acaba y para ello nada mejor que empezar ganando en Anduva y al siguiente partido con el hoy líder Leganés. ¿Por qué no?
LOS ‘JABATOS’ Y SU VUELTA A LOS ENTRENOS PENSANDO EN EL CARTAGENA
Por otro lado y al hilo de la actualidad este miércoles, hubo vuelta a los entrenamientos para el primer equipo que se ejercitaba en la habitual sesión matinal en el Campo 2 de las instalaciones de Anduva.
La plantilla realizaba un primer calentamiento de activación en el gimnasio, por lo que salió al césped pasada esa hora.
El entrenamiento comenzó con los habituales rondos y juegos de posesión en campos reducidos. A las órdenes de Lisci, el equipo trabajó ya de cara al choque del domingo en aspectos tácticos, tanto a nivel ofensivo como defensivo, para enfrentarse al FC Cartagena. La sesión finalizó con los siempre competitivos partidos a campo reducido.
A las ausencias ya conocidas de Verdasca y David Vicente se sumó la de Baeza, que se sometió a una resonancia magnética para conocer el alcance de su lesión.
