¿Quién lo iba a decir? –que diría el castizo-. Los blanquinegros, de luchar por un título que ya es del Lorca y tratar de asegurarse una cuarta plaza que sigue en el aire. Cinco jornadas sin ganar conducen a esta situación límite en la que los cartageneristas están obligados a recuperarse y a salir adelante si no quieren tirar por la borda una temporada que, hasta el inicio de esta crisis, estaba siendo bastabte brillante.
El problema arrancó con el tropiezo ante el Murcia en el Cartagonova ya que, desde ahí, el equipo blanquinegro apenas ha levantado cabeza. Solamente dos victorias seguidas, ante el Jaén en casa y frente al Sanluqueño. Todo lo demás han sido batacazos, ante el Extremadura (1-1), el 3-0 con el Villanovense, el 2-2 en casa frente al Jumilla y ahora, esta tremenda decepción en La Línea, no ya por la derrota en sí sino por la forma de actuar de un equipo que apenas tuvo actitud y que parecía que no le iba nada en el envite ante una Balona muy superior en todos los conceptos.
La realidad es esa, que el Cartagena regresa de La Línea de la Concepción sumido en una profunda depresión ante la cual tanto Monteagudo como Belmonte y Manolo Sánchez Breis va a tener mucho trabajo por delante.
