“A mí, el presidente (en referencia a Paco Belmonte) me pone el papel de la rescisión de contrato delante para que lo firme y le dije que no. ¿Qué jugador del mundo se marcha de un club sin haber firmado contrato con otro? Eso no lo hace nadie. Luego me dice que yo dijera que fui el que no quiso viajar a Andorra para jugar el partido y que no diga que fue el club el que no me permitió ir con el resto de los compañeros”.
Pero Datkovic aún tenía mucho más que contar, hasta el límite de que le prohibieron entrenar. Q“Yo seguía siendo jugador del Cartagena y por eso me presento al entrenamiento y me prohíben trabajar con mis compañeros. Me voy a los fisios y me dicen que lo sienten pero que el club les había dado órdenes de que no me tratasen y encima veo que han sacado mis botas de la taquilla que yo tenia en la Ciudad Deportiva. Yo era jugador del Cartagena y ellos estaban obligados a dejarme trabajar”.
Para Datkovic, toda la polémica que se ha suscitado en torno a su persona está clara. “El Cartagena estaba recibiendo muchas críticas y mucha presión por parte de los aficionados porque no fichaba nuevos jugadores y por eso lo mejor era echarme la culpa a mí y desviar todos los focos de atención hacia Datkovic. La solución era clara: si no tienen jugadores nuevos ¿por qué no me dejaban entrenar ni jugar?”.