La política de cesiones que utilizan muchos clubes va a ser el principal inconveniente para que este domingo veamos sobre el césped al argentino Franchu, quien venía contando para Carrión en las últimas siete jornadas aunque solamente había sido titular en dos de ellas, ante el Málaga y en Lugo. En Miranda jugó la recta final, que fue cuando mejoró el equipo. La cláusula le obliga a parar ahora ante su equipo, al que pertenece.
Franchu se quedó sin hueco a finales de julio en Éibar y prueba de ello es que tuvo que salir cedido a última hora. El Cartagena se interesó por él y se llegó a un acuerdo para cederlo pero con esa condición, de no enfrentarse al Éibar en ninguno de los dos partidos de Liga.
Franchu llegó hace un verano al Eibar tras jugar en el Fuenlabrada, pero en Ipurua las cosas no le fueron cómo esperaba. No tuvo demasiados minutos en el inicio liguero y cuando parecía que empezaba a despegar, sufrió una grave lesión de rodilla en el Heliodoro Rodríguez tinerfeñó. Tras estar parado más de seis meses, el argentino empezó a trabajar con el grupo en la recta final del curso pero Garitano no le vio en condiciones de poder participar en ningún partido y cuando ya estaba totalmente recuperado de su lesión, se quedó sin sitio en el Eibar, con quien tiene contrato hasta 2024.
El ex del Real Madrid ha jugado hasta la fecha ocho partidos de los que solo en dos ha sido titular. En las jornadas 7, 8 y 9 tuvo que parar a consecuencia de unas molestias que se quisieron frenar a tiempo antes de que fuesen a más
Fue a partir de su regreso cuando se había empezado a ver a Franchu por la banda derecha. En total ocho partidos de los que seis han sido saliendo desde el banquillo. Ha jugado un total de 275 minutos. Este domingo no le queda otra que seguir esperando hasta la siguiente jornada para buscarse una nueva oportunidad. El Éibar, su equipo, tiene miedo a que pueda hacerle algún gol, la famosa ‘cláusula del miedo’.
La noticia buena es que el técnico Luis Carrión podrá recuperar ante el conjunto eibarrés al central Pedro Alcalá, quien ya entrena con normalidad aunque con una máscara protectora, que le cubra la fractura que sufrió en los huesos propios de la nariz.
