La racha del Cartagena en sus tres último partidos no invitan a soñar precisamente, ni siquiera a ser optimistas. Sólo 2 puntos de 9 merced a sus empates con Melilla (en casa) y Lepe (fuera) sin olvidar la derrota en Nueva Condomina ante un Murcia que campa a sus anchas desde hace tiempo. Parece demasiado poco pero el fútbol es el día a día y todavía queda mucho camino que recorrer.
Pero el equipo de Víctor tiene mucha vida por delante como para tirar la toalla de las ilusiones casi sin estrenar la segunda vuelta. Hay aún la mitad de puntos por delante, nada menos que 57, y hasta el mismísimo colista tendría opciones matemáticas de ser el campeón, algo que evidentemente no va a ocurrir pero que indica a las claras que en la segunda vuelta es cuando ocurren las cosas importantes.
Lo primero que tiene que hacer el Cartagena es aparcar sus dudas y ganar en Linares. Así de claro. Los futbolistas albinegros tienen cosas muy buenas y calidad no les falta pero surgen dudas a medio camino que les hace perder ese fuelle y esas posibilidades de engancharse a la parte alta. El choque ante el Cádiz será la primera jornada económica de la temporada pero todo el mundo sabe lo mal que acoge la afición cartagenera este tipo de partidos en el que hay que pasar por taquilla.
El mejor acicate que hay para evitar la apatía de otras veces es ganar en Linarejos. Los jugadores deberían de saber a estas alturas lo mucho que van a jugarse en el campo azulino, tanto como una buena entrada, la consiguiente taquilla y, sobre todo, que este Cartagena pueda seguir soñando en este inicio de la segunda vuelta teniendo en cuenta que por el Cartagonova aún tienen que desfilar el Sevilla At. –a finales de enero-, el UCAM Murcia y el Murcia, aunque estos será en mayo.
Parece difícil y en realidad lo eso, pero el Cartagena parece casi obligado a cosechar estos 6 puntos que aparecen en el horizonte inminente, con Linares y Cádiz, porque eso permitiría seguir luchando y mantener entre sus 5.600 abonados la ilusión en todo lo alto. No es tarea fácil pero tampoco un imposible.
