CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
Jorzolino Falkenstein llego a mediados del mes de julio para realizar la pretemporada con el FC Cartagena y, apenas un mes después, el club albinegro ha oficializado que deja de realizar entrenamientos y jugar partidos con el equipo de Víctor Fernández. Su nombre ha dado mucho que hablar desde que este diario digital desvelara que estaba a las órdenes del técnico emeritense. Rápidamente se localizaron vídeos con las mejores jugadas del extremo y levantó gran expectación entre los aficionados.
Tuvo varias semanas en las que se entrenaba aparte para recuperarse de una operación en el quinto metatarsiano del pie derecho, y tuvo dificultades para ponerse a tono. Sin embargo, debutó en partido amistoso con jugando unos minutos ante el Atlético Baleares, en lo que fue una aparición casi estelar. El futbolista demostró que sus mejores cualidades eran la velocidad con terreno por delante y la potencia en la conducción.
Tras jugar ante el Murcia también en la segunda mitad, este pasado miércoles tuvo la prueba de fuego ante La Hoya Lorca. Falkenstein disputó los primeros 45 minutos del encuentro, mostrándose impreciso y ansioso, sin aportar el salto de calidad que se esperaba de él. Y eso ha sido clave para que los técnicos del cuadro cartagenerista hayan decidido no realizarle contrato, a pesar de que apuntaba a que sería un fijo para quedarse.
Los dirigentes de la parcela deportiva del club entienden que las características de Jorzolino no se adaptan a lo que quiere implantar Víctor. El entrenador pretende que los jugadores de banda sean asociativos y con un uno contra uno que pueda desequilibrar. En esos parámetros no entra el juego del neerlandés, que necesita campo abierto para poder sacar partido de su velocidad. El cuerpo técnico entiende que en pocos encuentros se va a poder sacar partido a sus puntos fuertes, ya que la intención es que el Cartagena domine los encuentros, juegue la mayor parte del tiempo en el campo rival y tenga delante defensas cerradas.
De este modo se ha optado por dejar marchar a Jorzolino Falkenstein y peinar el mercado en busca de un extremo que se adecue más al estilo de juego del equipo.
