Esos casi 3,5 millones de euros poco arreglaría la situación de este Cartagena, que se encuentra al límite de sus posibilidades y que necesita una ampliación de su capital social de, al menos, 3 millones de euros, para igualar en parte la balanza negativa que, hasta ahora, solamente arroja pérdidas importantes.
Según hemos podido conocer por fuentes muy próximas a tres clubes que recientemente descendieron como el Málaga, el Logroñés o el Albacete -el único que ha recuperado la categoría en solo una temporada- junto con el Amorebieta, el dinero que le correspondió nunca fue superior al 1,3 millón de euros, según las mismas fuentes consultadas.
Estos equipos emplearon una gran parte de ese dinero en reflotar su plantilla a base de fichajes importantes con el fin de recuperar la categoría cuanto antes. Las pregunta es si lo hará el Cartagena también o ese dinero se perderá en otros bolsillos.
En el caso del Efesé saltan las dudas. Si nos atenemos a los poco más de 10 millones que el club que preside Paco Belmonte ofrece en el balance que puede verse en su propia página web a un golpe de clic y sin contar lo que se le adeuda a Felipe Moreno, a Salva Bernal de Talasur -motivo principal por el que las obras de la Ciudad Deportiva que se inventaron en La Manga Club- aunque también cabe decir que a la empresa de salazones Ricardo Fuentes e hijos -según nos confirman desde la propia empresa- que pasa por ser una de las más saneadas de la Región, a los que debían en diversos conceptos ya están completamente solventados, aunque a pesar de todo el club blanquinegro se encuentra en un lamentable estado económico y sin resolver su futuro inmediato.
Belmonte, mientras busca dinero para realizar los fichajes que necesita el equipo como agua de mayo, también piensa en cómo salir del Cartagena si nos atenemos a todos los frentes que tiene abiertos, el primero de ellos el juicio por los 30.000 euros que le viene reclamando Paco Guardiola en los últimos años.
El problema económico en el que se encuentra el FC Cartagena es tan preocupante que nadie se atreve a pronosticar cual será el futuro inmediato de la entidad blanquinegra, pésimamente gestionada por un presidente que cada vez se acerca más al estigma de ser uno de los peores presidentes que han desfilado por el Cartagonova, aún reconociendo la modernización del club en sus primeros años de Segunda y sus aciertos, que también los ha tenido. Pero la gestión desde finales de la pasada temporada hasta hoy ha sido tan mala que nadie sabe lo que puede ocurrir,
Todo pasa por salvar la categoría, que sería la mejor solución para todos. Sea como sea una gran parte de la afición cartagenerista ha dejado de confiar en este dirigente del que la mayoría quisiera verlo fuera del club, que vendiera rápido, y que se marchase pronto.
