Andy Rodríguez fue llegar y besar el santo. El futbolista, al que Julián Calero le conoce muy bien de su paso por el Burgos donde era una pieza clave, dio sensación de poderío y de calidad. Al filo del descanso y fruto de aquella falta de Ontiveros al borde de su área, ejecutaría un disparo espectacular que acabaría estrellando en el poste izquierdo de la meta castellonense y que estuvo muy cerca de convertirse en el gol del empate antes de que Ortuño transformarse en gol el penalti señalado contra los villarrealenses.
Aguantó hasta el minuto 86 pero no cabe duda alguna que Andy Rodríguez acabó siendo uno de los grandes triunfadores de la tarde.