4 de septiembre de 2014, 1:42
Limones, sin querer, acabaría siendo el protagonista de la noche. El gol encajado en el minuto 89 y que supuso el triunfo del UCAM supuso todo un jarro de agua fria, no solamente para él sino para los más de tres mil espectadores que se encontraban en las gradas.
El meta albinegro abandonó el estadio recibiendo muestras de apoyo por parte de aficionados, compañeros y dirigentes. Aún tuvo unos minutos para hacer un aparte con este diario y atendernos. El portero, al ser preguntado por lo que había ocurrido, no puso ningún paño caliente a la hora de responder. "Pues nada, que han disparado desde lejos y la verdad es que no he visto llegar el balón, cuando lo hice ya era demasiado tarde".
No fue la noche del meta castellano manchego aunque hay que decir que también tuvo alguna intervención feliz que evitó que el UCAM marcase más goles, especialmente en el segundo tiempo. La fatalidad de ese gol dejó helado no sólo al guardameta sino a casi todos los espectadores, muchos de los cuaqles abandonaron su asiento y se marcharon. Era el minuto 89.
Limones no queria 'comerse' demasiado la cabeza pero suponía que le esperaba una dura noche dándole vueltas y más vueltas a ese gol. "Ya, ya lo sé, pero hay que seguir mirando al frente, el domingo tenemos una nueva oportunidad ante ellos y tendremos que hacerlo mejor" decía mientras seguía recibiendo palmaditas de ánimo en la espalda.
