“Todos sabemos que en este club hay mucha exigencia y mucha tensión. Por eso hay momentos en los que a veces los jugadores quieren hacer más de lo que pueden; son, digamos, gestos de rebeldía para agradar y luchar por este escudo”.
El preparador uruguayo, quien admitió sentirse ‘liberado’ después de que su equipo lograra la victoria ante el FC Cartagena, aseguró que la dinámica “a partir de ahora se cambia con los resultados, con las victorias y con el trabajo diario. Yo no he venido al Real Valladolid a hacer amigos; he venido a trabajar y a hacer crecer a este club, y con una exigencia importante. Y eso se consigue con trabajo, con mucho trabajo”.