Menos de seis mil personas, según datos oficiales facilitados por los altavoces del Cartagonova al descanso, fueron los que acudieron a presenciar este interesante FC Cartagena-Sporting en el que muchos daban por muerto al equipo albinegro antes de tiempo. Pero lejos de la realidad el cuadro cartagenerista, a base de ganas y de tesón, no permitió bajo ningún concepto caer de nuevo en esos errores que tantos puntos le han costado en los últimos partidos.
La afición, escasa en relación a otros encuentros debido a la pésima trayectoria de los albinegros en casa, animó des el principio. Sabían del rival que había enfrente y de la importancia de los tres puntos. A medida que el partido fue transcurriendo el apoyo iba subiendo de temperatura en la grada porque se palpaba una evidente mejoría.
Sería en la segunda parte cuando el Efesé las dio todas. Y al grito de “sí se puede”, una y otra vez, se redoblaba el esfuerzo colectivo hasta que todos los asistentes al partido, excepción hecha de la ‘Mareona rojiblanca’, eran sólo una voz cantando el himno, con gritos de ‘Efesé, Efesé’ o el atronar de unos aplausos que eran como una inyección de energía para los blanquinegros.
Cuando Narváez y Jansson abandonaron el verde el público de la tribuna se levantó para aplaudirles; el gol se cantó dos veces, cuando el balón entró y cuando el VAR lo confirmó. Y en los minutos finales, con más de siete minutos de descuento, el apoyo fue tal que nadie pensaba que el triunfo se pudiera escapar.
Era la primera gran alegría que puede marcar el inicio de una ansiada recuperación. El grito unánime de ‘sí se puede’ atronó el cielo cartagenero dejando la sensación que, efectivamente, este Cartagena de Calero ha cambiado para bien.