Con las bajas del defensa Arnau Solá y del delantero Iván Ayllón, quien caía lesionado esta semana y que permanecerá alejado de los terrenos de juego como mínimo quince días; con las dudas de Luis Muñoz, Lautaro y Jony Rodríguez; y con las novedades de los centrocampistas Mikel Rico y Héctor Hevel, ya recuperados de sus respectivas dolencias, el FC Cartagena rinde visita al histórico estadio Carlos Tartiere como colista de Segunda y con un bagaje paupérrimo, tal y como indica el hecho de que en los catorce partidos que se llevan disputados solo ha sido capaz de sumar seis puntos.
Por si la imperiosa necesidad de vencer en Oviedo fuera más que necesaria, la presencia de Luis Carrión en el banquillo asturiano le da, si cabe, mucho más morbo a este partido. El preparador catalán, tras dos temporadas y media como responsable deportivo del Efesé, dejaba este pasado verano la entidad después de que el proyecto que le presentaron los responsables del club, Paco Belmonte y Manolo Sánchez Breis, fuera del todo insuficiente para poder afrontar con garantías la liga 23/24, circunstancia que está quedando clara a tenor de los números que presentan los albinegros.
En el Real Oviedo, por el contrario, todo son buenas noticias, al menos en el aspecto de resultados. Y es que desde que llegó Carrión al club asturiano, no solo ha sido capaz de abandonar los puestos bajos de la tabla, sino que además presenta una racha de siete partidos consecutivos sin conocer la derrota.
Carrión no podrá contar para el choque de este lunes con los lesionados Álex Millán, Hernández y Rodrigo Tarín, y a tenor de lo presenciado durante la semana el mismo once que fue capaz de empatar el pasado fin de semana en La Romareda ante el Zaragoza podría repetirse en el envite ante el Efesé.