20 de junio de 2010, 2:00
De la vergüenza al júbilo…por el descenso del Murcia
FICHA TÉCNICA
RESULTADO
FC CARTAGENA, 0;
Albacete Balompié, 4 (Fernando Sales, Hidalgo, Stuani y Antonio López)
ALINEACIONES
FC CARTAGENA
Castilla (0); Expósito (1), Pablo Ruiz (1), Chus Herrero (1) Signorino (0); Mariano Sánchez (1), Falcón (0); De Lucas (1), Víctor (0), Longás (1), Lafuente (1)
CAMBIOS
Balboa (1) por Falcón (Min. 46)
Etxeita (1) por Chus Herrero (Min. 46)
Héctor Yuste (1) por Longás (Mon. 75)
ALBACETE BALOMPIÉ
Cabrero (1), Blanco (2), Alberto (1), Tarantino (1), Kike Tortosa (1); Verza (2), Sousa (2); Fernando Sales (2), Hidalgo (2), Antonio López (2), Stuani (2).
CAMBIOS
Nuñez (1) por Sousa (Min. 53)
Merino (1) por Antonio López (Min. 64), Salva (s.c.) por Stuani
ÁRBITRO
El valenciano Lizondo Cortés, sólo una tarjeta para el albacetense Blanco (44)
INCIDENCIAS
11.322 espectadores en el Cartagonova con más de un millar de seguidores manchegos. Ambiente de confraternización hasta el cuarto gol, que fue protestado por la afición local hacia el palco. Al final el descenso del Murcia fue celebrado por todo lo alto en Cartagena. Tras el partido hubo un pequeño acto para celebrar la gran campaña del equipo blanquinegro.
LA CRÓNICA
Por MANUEL ÁNGEL BALAGUER
Despedida y cierre de la Liga Adelante en Cartagena con sabor amargo por el contundente 0-4 que le infligió el Albacete…hasta que llegó el empate con suspense del Girona y el increíble descenso del Murcia. Entonces todo cambio. Por arte de magia lo que hasta esos momentos todos eran malas caras entre los seguidores blanquinegros se convirtió en una fiesta. El Murcia estaba en Segunda B y eso borraba el tremendo varapalo manchego a un Cartagena que fue una sombra de lo que ha sido durante el resto de la Liga. Pero llegó el penalti que pitó Texeira Vitienes -¿os acordáis de este nombre- el Murcia se fue a Segunda B y el Cartagonova se convirtió en una fiesta doble, la de los manchegos celebrando la permanencia y la de los cartageneristas aplaudiendo el descenso de su eterno rival.
Pero vayamos por partes. El tremendo varapalo que se llevó el Cartagena fue una cosa y el descenso del Murcia otra bien distinta. Al final las dos se conjugaron y de ahí salió la fiesta. Pero lo uno nada tiene que ver con lo otro.
El Albacete tenía que ganar en Cartagena para asegurar la permanencia y lo hizo. Y de qué manera además, con un 0-4 bochornoso que tuvo que sacar los colores a los jugadores cartageneristas que, en el minuto 41 ya habían encajado todos los goles. Las gradas eran un clamor. Los manchegos ya lo tenían todo hecho al descanso y la afición cartagenera había pasado de celebrar el primero y hasta el segundo gol a criticar el tercero y el cuarto. De las palmas a los pitos. De la alegría a la decepción. De querer (muchos) que perdiera el Cartagena a la protesta (de muchos más) dirigida al palco. Un 0-4 era mucho, demasiado, en apenas cuarenta minutos.
Primero fue Fernando Sales en el minuto 24 el que inauguraba el marcador. Sólo un minuto más tarde Hidalgo dejaba el choque visto para sentencia con un gol a placer. El 0-3, de Stuani, levantó las primeras protestas de la tarde con un remate cabecero de Stuani que Castilla se tragó de forma tonta. Y el colmo de los colmos fue el cuarto, obra de Antonio Torres. Con sólo 42 minutos el Albacete había hecho lo que nadie, marcarle cuatro goles al Cartagena antes del descanso. Como para mosquearse.
Era un varapalo demasiado grande que no se entendía ¿Y la dignidad? ¿Y el Cartagena del resto de la temporada? La verdad es que, hasta esos momentos, el equipo que estábamos viendo era un conjunto sin motivación, sin ganas, sin ideas, sin dignidad, sin nada. Muchos nos temíamos lo peor, una derrota cartagenerista, pero no del modo y la forma en la que se estaba produciendo. Si no hay motivación no hay nada. Y el Cartagena no era nada, mejor dicho, estaba siendo un pelele, una vergüenza de equipo.
El cero-cero de la segunda parte arregló en parte la situación porque el Albacete dio un paso atrás, se conformaba con lo que tenía, que era mucho, mientras el Cartagena trataba de restañar la dignidad perdida.
Así fueron pasando los minutos con ocasiones cartageneristas de Quique de Lucas, de Lafuente…pero ahí estaba Cabrero que, con dos buenas intervenciones, frenó el poco trabajo ofensivo de un Cartagena que mejoraba algo. Pero el 0-4 seguía presente en el ánimo de todos…hasta que Kike Ratón, a 800 kilómetros de distancia, lograba empatar para el Murcia y estallaba la fiesta en Cartagena… con el Murcia en Segunda B.
FICHA TÉCNICA
RESULTADO
FC CARTAGENA, 0;
Albacete Balompié, 4 (Fernando Sales, Hidalgo, Stuani y Antonio López)
ALINEACIONES
FC CARTAGENA
Castilla (0); Expósito (1), Pablo Ruiz (1), Chus Herrero (1) Signorino (0); Mariano Sánchez (1), Falcón (0); De Lucas (1), Víctor (0), Longás (1), Lafuente (1)
CAMBIOS
Balboa (1) por Falcón (Min. 46)
Etxeita (1) por Chus Herrero (Min. 46)
Héctor Yuste (1) por Longás (Mon. 75)
ALBACETE BALOMPIÉ
Cabrero (1), Blanco (2), Alberto (1), Tarantino (1), Kike Tortosa (1); Verza (2), Sousa (2); Fernando Sales (2), Hidalgo (2), Antonio López (2), Stuani (2).
CAMBIOS
Nuñez (1) por Sousa (Min. 53)
Merino (1) por Antonio López (Min. 64), Salva (s.c.) por Stuani
ÁRBITRO
El valenciano Lizondo Cortés, sólo una tarjeta para el albacetense Blanco (44)
INCIDENCIAS
11.322 espectadores en el Cartagonova con más de un millar de seguidores manchegos. Ambiente de confraternización hasta el cuarto gol, que fue protestado por la afición local hacia el palco. Al final el descenso del Murcia fue celebrado por todo lo alto en Cartagena. Tras el partido hubo un pequeño acto para celebrar la gran campaña del equipo blanquinegro.
LA CRÓNICA
Por MANUEL ÁNGEL BALAGUER
Despedida y cierre de la Liga Adelante en Cartagena con sabor amargo por el contundente 0-4 que le infligió el Albacete…hasta que llegó el empate con suspense del Girona y el increíble descenso del Murcia. Entonces todo cambio. Por arte de magia lo que hasta esos momentos todos eran malas caras entre los seguidores blanquinegros se convirtió en una fiesta. El Murcia estaba en Segunda B y eso borraba el tremendo varapalo manchego a un Cartagena que fue una sombra de lo que ha sido durante el resto de la Liga. Pero llegó el penalti que pitó Texeira Vitienes -¿os acordáis de este nombre- el Murcia se fue a Segunda B y el Cartagonova se convirtió en una fiesta doble, la de los manchegos celebrando la permanencia y la de los cartageneristas aplaudiendo el descenso de su eterno rival.
Pero vayamos por partes. El tremendo varapalo que se llevó el Cartagena fue una cosa y el descenso del Murcia otra bien distinta. Al final las dos se conjugaron y de ahí salió la fiesta. Pero lo uno nada tiene que ver con lo otro.
El Albacete tenía que ganar en Cartagena para asegurar la permanencia y lo hizo. Y de qué manera además, con un 0-4 bochornoso que tuvo que sacar los colores a los jugadores cartageneristas que, en el minuto 41 ya habían encajado todos los goles. Las gradas eran un clamor. Los manchegos ya lo tenían todo hecho al descanso y la afición cartagenera había pasado de celebrar el primero y hasta el segundo gol a criticar el tercero y el cuarto. De las palmas a los pitos. De la alegría a la decepción. De querer (muchos) que perdiera el Cartagena a la protesta (de muchos más) dirigida al palco. Un 0-4 era mucho, demasiado, en apenas cuarenta minutos.
Primero fue Fernando Sales en el minuto 24 el que inauguraba el marcador. Sólo un minuto más tarde Hidalgo dejaba el choque visto para sentencia con un gol a placer. El 0-3, de Stuani, levantó las primeras protestas de la tarde con un remate cabecero de Stuani que Castilla se tragó de forma tonta. Y el colmo de los colmos fue el cuarto, obra de Antonio Torres. Con sólo 42 minutos el Albacete había hecho lo que nadie, marcarle cuatro goles al Cartagena antes del descanso. Como para mosquearse.
Era un varapalo demasiado grande que no se entendía ¿Y la dignidad? ¿Y el Cartagena del resto de la temporada? La verdad es que, hasta esos momentos, el equipo que estábamos viendo era un conjunto sin motivación, sin ganas, sin ideas, sin dignidad, sin nada. Muchos nos temíamos lo peor, una derrota cartagenerista, pero no del modo y la forma en la que se estaba produciendo. Si no hay motivación no hay nada. Y el Cartagena no era nada, mejor dicho, estaba siendo un pelele, una vergüenza de equipo.
El cero-cero de la segunda parte arregló en parte la situación porque el Albacete dio un paso atrás, se conformaba con lo que tenía, que era mucho, mientras el Cartagena trataba de restañar la dignidad perdida.
Así fueron pasando los minutos con ocasiones cartageneristas de Quique de Lucas, de Lafuente…pero ahí estaba Cabrero que, con dos buenas intervenciones, frenó el poco trabajo ofensivo de un Cartagena que mejoraba algo. Pero el 0-4 seguía presente en el ánimo de todos…hasta que Kike Ratón, a 800 kilómetros de distancia, lograba empatar para el Murcia y estallaba la fiesta en Cartagena… con el Murcia en Segunda B.
