sábado. 27.04.2024

El diario Faro de Vigo informa hpy a sus lectores que el golpe que el auxiliar del árbitro recibió ayer en la cabeza en Cartagena extendió el aturdimiento a todo el estadio, sorprendido por la celeridad con que Pino Zamorano mandó a los vestuarios a los jugadores. Ahora, las autoridades deportivas tendrán que decidir cuándo y cómo se disputan los 31 minutos que restan para finalizar el partido entre albinegros y celestes.
 
Lo más probable es que el encuentro se reanude en el mismo escenario pero a puerta cerrada. La fecha está por decidir.

Sin embargo, durante los diez minutos posteriores al incidente de ayer, nadie supo si el partido se iba a reanudar o no. Tampoco hubo noticias sobre qué tipo de objeto impactó en la cabeza del agredido.

{sumario:El árbitro ya avisó que se había lanzado una botella de plástico:sumario}En el primer aviso que el árbitro mandó al delegado del Cartagena se apuntó que desde una de las bandas se había lanzado una botella de plástico. Lo que dio en la cabeza del auxiliar fue posiblemente una moneda porque el herido presentaba, según el acta, "una leve erosión, sin inflamación, en la zona parietal, que no necesitó puntos de sutura", aunque sí le provocó aturdimiento.

El club cartagenero tardó diez minutos en anunciar por la megafonía del estadio que el encuentro se suspendía y que los asistentes guardasen la entrada para la posterior reanudación del mismo.

Es poco probable que permitan la asistencia de público en lo que resta de partido, que se daría por finalizado si quedasen menos de veinte minutos de juego.

El Celta también quiso mantener informados a los alrededor de doscientos cincuenta seguidores que acompañaron al equipo a Cartagena. Vlado Gudelj, en calidad de delegado del equipo vigués, se acercó a la grada de fondo donde estaban ubicados los celtistas para explicarles que el partido se había dado por concluido.

En la sala de prensa y en la zona mixta se extremaron las medidas de seguridad y se retrasó el acceso de los medios de comunicación a la zona próxima a los vestuarios. Los técnicos de ambos equipos y jugadores no supieron concretar qué tipo de objeto había golpeado la cabeza del auxiliar de Pino Zamorano, quien en la primera parte dejó constancia de que se había lanzado una botella de agua y "otros objetos" al terreno de juego.

Pino Zamorano también dejó constancia de que un grupo de seguidores del conjunto local esperaron en las inmediaciones del estadio la salida de los colegiados y profirieron insultos contra el colegiado.

El Celta también tardó en abandonar las instalaciones. Herrera aprovechó las circunstancias para realizar un ligero entrenamiento para que el equipo descanse hoy, ya que regresa a Vigo a media tarde.


En Vigo esperan que el tiempo pendiente se juegue a puerta cerrada
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