Ese es su puesto ahora : el de verdad miembro de 2ª A del fútbol profesional. Eso depende de nosotros, de lo que ayudemos económicamente (siendo socios) y después anímicamente (yendo al campo en gran número). Y teniendo buen equipo y gran entrenador.
Están pasando cosas que invitan al optimismo y al entusiasmo. Loado sea Dios. No son virtudes que pongan mucho en práctica mis queridos paisanos de mi increíble tierra.
Pero es que ves a los dos máximos representantes del gobierno municipal cartagenero con los carnets del FC en las manos y se te saltan las lágrimas. Nunca antes había pasado esto, creo. Yo, al menos, no lo he visto. Pepe López ("gente de aquí, gente decente”, slogan merecedor de un gran premio y que responde a la verdad), que apoyó al FC desde su puesto de solitario héroe de la oposición y cuando lo necesitaba de verdad porque nos íbamos a pique. Apoyo moral, sí, porque del otro no podía, pero ayudando al club pidiendo a las empresas que patrocinen. Y en Cartagena hay bastantes y muy importantes. De hecho la última vez que hablé con Pepe López fue a la salida del partido FC-Arroyo (1-2) en Semana Santa.
La anterior alcaldesa hizo al fútbol el mismo caso que a los toros : ninguno. Bueno, al fútbol algún guiño a la fuerza. A los toros sólo les puso inconcebibles zancadillas y mintió muchas veces diciendo lo contrario. Pero el coso multiusos se hará al fin.
No sé si López será o no buen alcalde. Y, si no lo es, aquí estaré yo para escribirlo como siempre he hecho en mi vida de periodista profesional, pero hasta ahora me deja atónito con su gran programa cartagenero y con su actividad imparable. Si consiguiera hacer la cuarta parte de lo que piensa que necesita Cartagena, su triunfo será grande.
Comenté sus objetivos en la última reunión de los Cartageneros en Madrid y se quedaron sorprendidos, algunos escépticamente y otros agradablemente. No sabían ni a quién habían elegido como alcalde. Ya se enterarán.
Por lo menos contentos y esperanzados podemos estar.
Y no voy a hablar de política, sino de fútbol. Y la realidad es que el alcalde es socio desde el primer momento. Y ese ejemplo es el que nos vale y debemos seguir.
A abonarse ya y a hacer un FC grande.
Parece que empiezan a hacerse bien las cosas en Cartagena. Que no las tuerza nuestra tradicional mala suerte.
