27 de octubre de 2010, 2:00
Hemos centrado la atención sobre el manido tema de si los jugadores han o no de tener presencia en los medios, más allá de los compromisos previamente concertados por el club. Apenas 7.600 espectadores entramos al Cartagonova en el último partido, en lo que supone la peor entrada desde que volvimos a esta categoría. El debate, más que en los jugadores, lo hemos centrado en el entrenador…
Sí señor, el panorama se presente extraño, muy extraño, a medio camino entre la apatía por parte del aficionado y una crispación que parece estéril por parte del entorno del club.
A mí, personalmente, me gusta escuchar y ver a los jugadores en todos y cada uno de los medios y cada vez que surge la oportunidad siento la curiosidad propia que me despierta todo aquello que me interesa. Pero hete aquí que si el club ha dicho que no, ni dos palabras más, hay que contentarse con que hablen en Villarreal y que luego le den una entrevista en exclusiva al Granada si es preciso.
La realidad parece bastante más esperanzadora de lo que nos empeñamos en aparentar. Ahora le toca al equipo sacudirnos la apatía. La cosa no pinta tan mal y buen punto de partida sería que volvieran a mostrarse tan firmes en defensa como este sábado pasado.
Arriba sí que se ha generado una tremenda empanada y gente como Lafuente (espabilará) o Toni Moral (…), no hacen sino entregar sistemáticamente balones al contrario, haciendo imposible el trabajo de construcción del resto del equipo. Esperemos que reaccionen, a la espera de que se incorporen en un futuro no muy lejano Tati Maldonado o Jordi Pablo.
Aun así, lo dicho, una pequeña buena racha no haría sino meternos de lleno en el pelotón de cabeza, de modo parecido a como el año pasado Levante o Hércules, tras casi una debacle prenavideña, pudieron después tomar carrerilla hasta saltar a lo más alto.
Sí señor, el panorama se presente extraño, muy extraño, a medio camino entre la apatía por parte del aficionado y una crispación que parece estéril por parte del entorno del club.
A mí, personalmente, me gusta escuchar y ver a los jugadores en todos y cada uno de los medios y cada vez que surge la oportunidad siento la curiosidad propia que me despierta todo aquello que me interesa. Pero hete aquí que si el club ha dicho que no, ni dos palabras más, hay que contentarse con que hablen en Villarreal y que luego le den una entrevista en exclusiva al Granada si es preciso.
La realidad parece bastante más esperanzadora de lo que nos empeñamos en aparentar. Ahora le toca al equipo sacudirnos la apatía. La cosa no pinta tan mal y buen punto de partida sería que volvieran a mostrarse tan firmes en defensa como este sábado pasado.
Arriba sí que se ha generado una tremenda empanada y gente como Lafuente (espabilará) o Toni Moral (…), no hacen sino entregar sistemáticamente balones al contrario, haciendo imposible el trabajo de construcción del resto del equipo. Esperemos que reaccionen, a la espera de que se incorporen en un futuro no muy lejano Tati Maldonado o Jordi Pablo.
Aun así, lo dicho, una pequeña buena racha no haría sino meternos de lleno en el pelotón de cabeza, de modo parecido a como el año pasado Levante o Hércules, tras casi una debacle prenavideña, pudieron después tomar carrerilla hasta saltar a lo más alto.
