26 de junio de 2015, 20:24
Se cumplen todas las buenas expectativas y al final el FC sigue, con la deuda acumulada, pero ahí va a estar luchando. Tenemos a un Belmonte que se lo merece y al que hay que darle un margen de gran confianza. Si lo hace a partir de ahora como en la época de la gran agonía y de la increíble desesperanza, veremos tiempos hermosos con muchas alegrías por medio. Y, al menos, tendremos tranquilidad. Su grupo sabe de fútbol y puede pagar, aunque el famoso Marca diga hoy que el Cartagena está al borde del descenso. Hay muchos equipos igual, que todavía no han pagado y esperan a agotar el plazo, y sólo nos pone a nosotros en el titular. Será porque nos ve más importantes que a los otros (entre los que están Murcia y Cádiz). De verdad, de verdad, de verdad, nunca estuvo el periodismo –el poco que existe, porque lo de ahora es otra cosa (mucho peor)- tan mal.
A Belmonte sólo le he encontrado dos fallos frente a muchísimos aciertos. Intentar impulsivamente lo del referéndum, el primero. Y ahí estuvo Pencho Angosto para pararlo, que ha demostrado que quiere muchísimo al Cartagena.
El segundo desliz de Belmonte es decir que los sportos pueden ser los grandes perjudicados de toda esta amarga película, cuando no he conocido nunca personajes más nefastos, inútiles, dañinos e incompetentes y con más rostro en el fútbol de Cartagena, nunca, incluído incluso Luis Oliver, que ya es decir como personaje abyecto.
Los perjudicados, querido Belmonte, salvo que lo expliques, han sido los socios y seguidores del Cartagena que han sufrido como no se recuerda en clubes de fútbol, dejando que el carro fuera a toda velocidad hacia el abismo y angustiando a todos los que queremos al FC y hasta sufrimos por él. Y, por supuesto, a Belmonte al que hizo pasarlas canutas viendo que todas las puertas se le cerraban para intentar salvarnos por la gestión de sus antecesores. Menos mal que hubo milagro cartagenero en Las Palmas. Los sportos malditos sean y bienidos. Pesadilla y caradura al por mayor.
En esta peli están también los hermanos Cordero o, al menos, Pedro. Nos produce mucha tranquilidad que estén ahí, que hubieran sido fundamentales para conservar la categoría y el club y que se quedan en la retaguardia por si hacen faltan y ellos pueden entonces. Pero…un pero. Belmonte vino a rescatarnos y los Corderos sabían de la situación del FC y no aparecieron en el momento de gran crisis y hubieran hecho mucha, pero que mucha falta.
Así que con Belmonte triunfante, los Corderos a la espera y los sportos que Dios los tenga en su gloria futbolística vamos hacia otro período de ilusión. Belmonte resolviendo problemas, Cordero a la espera de resolverlos y sportos no haciendo nada, nada, pero que nada, bien (mira que es difícil) nos han puesto en la situación actual.
Alguna vez se tienen que acabar las desventuras continuas del FC y olvidar para siempre la peli repugnante de la temporada 2014-15.
Que ahora hemos tenido suerte pero Belmontes y Palomeques hay pocos.
Y, cuanto antes, a sacar el carnet y a ayudar. Somos unos pocos o muchos los que no vivimos en Cartagena y somos socios y pagamos para ver dos partidos al año, uno o ninguno, pero nuestra obligación es arrimar el hombro por nuestra ciudad.
Porque, como decía Cordero, somos cartageneros, cartageneristas y sufrimos y gozamos con nuestros colores. Todo esto he sido y soy yo también (menos jugador y capitán del equipo).
Es nuestra tierra, nuestra sangre y parte de la emoción por nuestra ciudad.
