Camisetas del Cartagena en la historia

A propósito del estreno de la camiseta roja con la cruz blanca –la llamada camiseta de la provincia marítima de Cartagena- cabe decir que a lo largo de la historia hubo  diversos cambios en el diseño del uniforme del primer club de fútbol de la ciudad portuaria, pero nunca tan drástico, notorio y radical como el exhibido oficialmente el pasado domingo ante el Melilla.

 

La novedad ha sido bien recibida en general por los aficionados. Un núcleo importante de ellos solicitó esta nueva camiseta al amparo de la bandera provincial de los marineros civiles. Lo consiguieron porque la dirección del FC Cartagena es receptiva a las propuestas y lo ha demostrado en esta ocasión y con la puesta en marcha de la Campaña de abonados a la carta preparada por la Federación de Peñas. Como para llegar a los 8.000 abonados, pero se llegó a algo más de la mitad.

El detalle de estrenar el nuevo atuendo en casa, en la pasada jornada, fue un guiño a la idea de la innovación pero de eso a considerar que la flamante camiseta va a desbancar a la albinegra media un abismo. Me parece a mí y respeto todos los criterios. La tradición y las raíces son factores de mucho peso como para relegar de un plumazo a los colores de siempre.

En la década de los 50 el Efesé jugaba con camiseta blanca y pantalón negro, y también con elástica blanquinegra listada. Amaro, Mugica (Antoñito), Guti, Yagüe, Cabañas, Jover conocieron esa etapa. Así se ha ido manteniendo con algunos cambios eventuales que no alteraban demasiado el traje. Durante una fase en los años 60 para 70 se jugó con pantalón blanco, en tiempos de Colina, Fiol, Miguel Egea, Ricardo Ciudad, Azurmendi, y con las franjas anchas, como en la actualidad.

Después se volvió a la normalidad de la camiseta de la cebra y hubo, en la etapa del presidente doctor Eduardo Borgoñós, década de los 60, una sola campaña en la que el Cartagena se enfundaba camiseta blanca con franja horizontal negra y pantalón negro, emulando al Elche, que emplea franja verde en el pecho. Aquella atrevida innovación cuando jugaban Espino, Casas, Beltrán fue marcada  por un 4-0 adverso en el Parque de Recreos de La Unión que movió los cimientos. Llamas, tío de los Cordero, era uno de los jugadores unionenses.
Aquella campaña la denominación oficiosa del club era Cartagena-Repesa, porque la refinería de Escombreras lo patrocinaba con generosidad. Eran tiempos del catalán José Roset en la dirección de la empresa que aportaba las pesetas. En Puertollano, otra refinería patrocinaba al Calvo Sotelo, que jugó en Segunda y movía a la envidia. Sana envidia.

 

Más adelante se retornó a las camisetas listadas y ya hasta el día de la fecha con esa elástica que abraza principalmente la juventud, el grueso de la llamada Efesemanía para satisfacción del negocio de la firma de la garra.