20 de junio de 2010, 2:00
Primero, lo de Huelva, donde no se hizo lo que se debía, no sé por qué causas y terminamos tirando la toalla con escaso orgullo. Fuimos todo el año en Fórmula Uno y, en el último momento clave, nos pilló una bicicleta. Sí, ya sé que es la mejor temporada que hemos hecho en la historia, que nos ha dado muchas alegrías, que en algunos períodos nos dejó con la boca abierta, que no nos lo creíamos, que nadie se lo esperaba, pero lo tuvimos a huevo, sin esperarlo, y lo dejamos ir…Y Dios sabe cuándo se repetirá la oportunidad.
Toda una temporada de éxitos, no se puede tirar por la borda así, sin categoría, sin orgullo, sin prestigio para quedar mal en toda España. Sentí mucha más tristeza que vergüenza y no puedo ni debo ocultarlo.
Qué sabor más desagradable tras lo del Recreativo. El que gana la etapa no es el ciclista que va siempre el primero y a escasos metros le entra la pájara, sino que el llega a la meta en primer lugar. Eso es ganar la guerra, obtener el éxito, lo otro son batallitas. Lo bueno es cómo acaban las cosas, no cómo empiezan.
Con lo del Albacete, he vuelto a sentir tristeza y vergüenza, mucho más de la segunda que de la primera, al contrario que tras lo de Huelva. No puedo disfrutar con las desgracias de los demás. Hay un refrán o algo parecido que dice : no te alegres del mal de tu vecino porque el tuyo viene de camino. Y donde las dan las toman. Y tampoco olvidemos la máxima evangélica : con la misma medida que midiéreis, seréis medidos. También recuerden aquello de que más dura será la caída.
Yo comprendo, pero –como se dice ahora- no comparto- sentimientos de venganza contra el Murcia, equipo de fútbol que vienen de muchos años atrás y que se han recrudecido esta temporada con declaraciones de políticos de la capital y de directivos del pobre Murcia 2009-2010. Incluso hemos sufridos siempre –y este año incomprensible, injusta y clamorosamente- el desprecio y la humillación de los medios informativos murcianos contra el equipo revelación del año, con números y puestos de ensueño, siempre postergados por la grave enfermedad del equipo de la capital. Nosotros éramos la noticia, pero los periodistas murcianos le daban la vuelta y hacían lo contrario de lo que pedía claramente un periodismo sano y objetivo. Por eso, necesitamos medios propios de comunicación como éste que están leyendo. Estaba claro pero esta temporada ha quedado clarísimo. Medios que nos defiendan del fútbol y de todo lo demás.
Sé también que, durante años, las ayudas económicas deportivas, como casi todas, han ido a parar a los equipos de la capital directamente o en instalaciones como la de la Nueva Condomina o en muchas otras de pabellones etc mientras Cartagena está como está y tuvo que conformarse para tener un estadio decente por un trueque de terrenos con Carrefour.
Sé de las muchas tropelías que nos han hecho y de las que nos teníamos que haber defendido fiera e inteligentemente. Y ninguna de esas dos cosas hicimos, sino protestar y hacernos mala sangre. En el fútbol y en casi todo, que conste. Llueve sobre mojado. Murcia de ser una ciudad menos importante que Cartagena ha pasado a doblarla en población y en riqueza. ¿Por causalidad, por trabajo de los murcianos, por su inteligencia?
Ahora una parte de la afición cartagenera, no mucha en realidad, supongo, se alegra del batacazo del Real Murcia y celebra, no mucha en realidad, supongo, la derrota del FC ante el Albacete. Será, lo comprendo, por muchos años de desprecios, incluso de siglos, pero no es bueno porque la venganza y la envidia hacen siempre mal al que las genera. Hay que luchar, pedir y conseguir lo nuestro, pero con cabeza.
Cuando los dirigentes cartageneros, políticos o deportivos, vayan a reclamar ayudas a la capital nos podrán decir, y pensando en la leche que tendrán ahora, como tantas veces : ¿a qué venís aquí si no sois de Murcia?
Por otro lado, la rivalidad entre dos aficiones enfrentadas siempre genera ambiente, si es sana, y más afición. Y los derbis son las mejores taquillas. Los duelos regionales alimentan el fútbol.
No sé si les servirá de consuelo a los aficionados sensatos cartageneros, que hay muchos, lo que les voy a decir, pero los 60.000 sevillistas que llenan el Sánchez Pizjuán y todos los miles y miles y miles de simpatizantes que tiene el Sevilla en Sevilla y en toda España se han alegrado más de que el Betis siga en 2ªA que los del Cartagena viendo bajar al Murcia. A todo hay quien gane.
Cierto que el Betis, por su temporada, no mereció subir y el Levante se nos coló. Dicen que suben los equipos más regulares e incluso los que mejor juegan y, pese a sus altibajos, lo fueron Real Sociedad, Hércules y el nuestro. Ya saben quien se quedó fuera.
Vamos a hacer nosotros las cosas bien, vamos a olvidarnos de los otros y aprender de sus errores, vamos a consolidar el equipo en 2ª A, lo que es difícil (ya han visto lo del Murcia y lo del Cádiz, dos potencias con mucha historia) y todo lo demás se nos dará por añadidura.
Toda una temporada de éxitos, no se puede tirar por la borda así, sin categoría, sin orgullo, sin prestigio para quedar mal en toda España. Sentí mucha más tristeza que vergüenza y no puedo ni debo ocultarlo.
Qué sabor más desagradable tras lo del Recreativo. El que gana la etapa no es el ciclista que va siempre el primero y a escasos metros le entra la pájara, sino que el llega a la meta en primer lugar. Eso es ganar la guerra, obtener el éxito, lo otro son batallitas. Lo bueno es cómo acaban las cosas, no cómo empiezan.
Con lo del Albacete, he vuelto a sentir tristeza y vergüenza, mucho más de la segunda que de la primera, al contrario que tras lo de Huelva. No puedo disfrutar con las desgracias de los demás. Hay un refrán o algo parecido que dice : no te alegres del mal de tu vecino porque el tuyo viene de camino. Y donde las dan las toman. Y tampoco olvidemos la máxima evangélica : con la misma medida que midiéreis, seréis medidos. También recuerden aquello de que más dura será la caída.
Yo comprendo, pero –como se dice ahora- no comparto- sentimientos de venganza contra el Murcia, equipo de fútbol que vienen de muchos años atrás y que se han recrudecido esta temporada con declaraciones de políticos de la capital y de directivos del pobre Murcia 2009-2010. Incluso hemos sufridos siempre –y este año incomprensible, injusta y clamorosamente- el desprecio y la humillación de los medios informativos murcianos contra el equipo revelación del año, con números y puestos de ensueño, siempre postergados por la grave enfermedad del equipo de la capital. Nosotros éramos la noticia, pero los periodistas murcianos le daban la vuelta y hacían lo contrario de lo que pedía claramente un periodismo sano y objetivo. Por eso, necesitamos medios propios de comunicación como éste que están leyendo. Estaba claro pero esta temporada ha quedado clarísimo. Medios que nos defiendan del fútbol y de todo lo demás.
Sé también que, durante años, las ayudas económicas deportivas, como casi todas, han ido a parar a los equipos de la capital directamente o en instalaciones como la de la Nueva Condomina o en muchas otras de pabellones etc mientras Cartagena está como está y tuvo que conformarse para tener un estadio decente por un trueque de terrenos con Carrefour.
Sé de las muchas tropelías que nos han hecho y de las que nos teníamos que haber defendido fiera e inteligentemente. Y ninguna de esas dos cosas hicimos, sino protestar y hacernos mala sangre. En el fútbol y en casi todo, que conste. Llueve sobre mojado. Murcia de ser una ciudad menos importante que Cartagena ha pasado a doblarla en población y en riqueza. ¿Por causalidad, por trabajo de los murcianos, por su inteligencia?
Ahora una parte de la afición cartagenera, no mucha en realidad, supongo, se alegra del batacazo del Real Murcia y celebra, no mucha en realidad, supongo, la derrota del FC ante el Albacete. Será, lo comprendo, por muchos años de desprecios, incluso de siglos, pero no es bueno porque la venganza y la envidia hacen siempre mal al que las genera. Hay que luchar, pedir y conseguir lo nuestro, pero con cabeza.
Cuando los dirigentes cartageneros, políticos o deportivos, vayan a reclamar ayudas a la capital nos podrán decir, y pensando en la leche que tendrán ahora, como tantas veces : ¿a qué venís aquí si no sois de Murcia?
Por otro lado, la rivalidad entre dos aficiones enfrentadas siempre genera ambiente, si es sana, y más afición. Y los derbis son las mejores taquillas. Los duelos regionales alimentan el fútbol.
No sé si les servirá de consuelo a los aficionados sensatos cartageneros, que hay muchos, lo que les voy a decir, pero los 60.000 sevillistas que llenan el Sánchez Pizjuán y todos los miles y miles y miles de simpatizantes que tiene el Sevilla en Sevilla y en toda España se han alegrado más de que el Betis siga en 2ªA que los del Cartagena viendo bajar al Murcia. A todo hay quien gane.
Cierto que el Betis, por su temporada, no mereció subir y el Levante se nos coló. Dicen que suben los equipos más regulares e incluso los que mejor juegan y, pese a sus altibajos, lo fueron Real Sociedad, Hércules y el nuestro. Ya saben quien se quedó fuera.
Vamos a hacer nosotros las cosas bien, vamos a olvidarnos de los otros y aprender de sus errores, vamos a consolidar el equipo en 2ª A, lo que es difícil (ya han visto lo del Murcia y lo del Cádiz, dos potencias con mucha historia) y todo lo demás se nos dará por añadidura.
