A Cartagena no le gusta la 2ªB

 Y tiene razón esta afición y esta ciudad porque no es ese su sitio. Parece, no obstante, que sí porque casi siempre hemos estado ahí y quizá esa situación nos ha llevado a que sea tan difícil dar el salto y nos cueste un mundo hacerlo.

Tras lo del potentísimo Caudal –este año, claro, en puestos de descenso- y el enfado de Pacogo entramos en una crisis gorda, paliada al final con acierto con Francisco de Paula, Reverte y Tevenet. De no saber si desaparecíamos pasamos a conformarnos con mantenernos con ese equipo barato y correoso que nos presentaron. Y la verdad es que nos ha dado más alegrías que disgustos, aunque el principio no fue bueno.

Las cosas se hicieron muy bien por parte de la presidencia delegada, que sólo ha quedado mal en el anuncio de la venta inminente del club, aunque esas prisas –sin estar firmado todo- sería por algo. Y después la declaración de Bustillo  en diciembre, cuando el Barcelona, que la recaudación sería para pagar a los jugadores hasta final de temporada cuando es precisamente desde diciembre cuando no han cobrado. Mala cosa. Supongo que en el anuncio habría seguridad pero después  han hecho un mutis preocupante. Será por algo, pero no han anunciado –al menos no lo he visto en ningún medio- en qué se ha empleado ese dinero.

La última de Pacogo, cuya actuación no he entendido nunca en todos los años que lleva, se plasma hace tiempo en no soltar un duro. Pues con un club desaparecido o muy mermado en su prestigio, el que más va a perder es él. Nosotros sacamos otro equipo y en dos temporadas estamos en la 2ª B, en la que estábamos cuando él llegó y en la que permanecemos. Para ese viaje no se necesitaban alforjas después de unos cuantos años, bien es verdad –hay que ser justos- con tres temporadas, una muy buena, una normal y una tercera espantosa- en el fútbol profesional, que sin su dinero, que entonces al parecer sí ponía, no lo hubiéramos conseguido.

Y ahí estábamos –eliminatorias con el Barça, muy buena clasificación en la Liga- cuando apareció el Pupas, que el Cartagena debería reivindicar tras el Atlético de Madrid. Dos especialistas en cercenar brutalmente ilusiones cuando están al alcance de la maño como se comprobó una vez más ayer tras el 3 a 0 del Real Madrid. 

Algún listo dirá que hay muchos pupas en el fútbol y en la vida y que nosotros no somos especiales, pero pocos como el Atlético de marras y pocos como el FC. Sólo hay que mirar nuestra biografía para ver la mala suerte histórica que hemos tenido y la cantidad de cosas mal hechas año tras año. 

El caso es que los jugadores van a la Hoya a por el liderato y ¡plaf! Partido horroroso ante una afición ilusionadísima. En el momento justo…para que la gente se desinfle y no vaya a ver al Albacete. Todo típico e histórico del FC. Llegan los manchegos nos dan otro baño ante un FC desconocido sin ganas ni garra y ¡plaf!. No pasa nada, es la historia de siempre, nos reharemos ante el potentísimo Arroyo de los 6.000 habitantes y otro ¡plaf! en un campo que parecía vacío.

Es también típico que los que no valen en Cartagena –Campos, el de la Hoya- obtengan resultados asombrosos fuera de aquí. Es cierto que en dos partidos se pudo equivocar porque no tuvo tiempo, pero mírenlo ahora en el barrio de Lorca haciendo milagros.

El caso es que los expertos achacan el bajón del FC al diciembre tan duro, aunque hubo vacaciones posteriores, lo que puede ser el típico bajón de cada equipo cada temporada. Un bajón, por otra parte, en un período que no es crucial aunque se nos vaya el liderato que es el puesto que debería tener el Cartagena. Y la otra causa es que, de pronto, no hay un duro. O un euro cuando se nos había dicho que con el dinero de la Copa se aseguraba económicamente la temporada. Total, que la cosa se lía y ni la entrada del Albacete vale para pagar a la plantilla cuando también se dijo que ese dinero era para la nómina de diciembre por lo menos.

Y es que creo que el secreto de todo está que a Cartagena no le gusta la 2ªB y de ahí vienen los problemas. Le encanta la 2ª A como vimos en las primeras temporadas del disfrute  o el padecimiento en la del descenso increíble y el capital dilapidado horriblemente.

De ahí las discusiones de si no van ni los abonados, de si las entradas son muy pobres, de que tantos faltaron el día del Albacete, de que ni el equipo animó a la afición durante su tiempo de victoria en victoria y de luchar al máximo (salvo los casos patéticos de la Hoya y Albacete). Ni entonces. Ni se llenó el campo el día del Barça. Sí hubo efesemanía en los tiempos de 2ªA. La ilusión volverá con el fútbol profesional pero antes hay que apoyar y meter el hombro para subir. Aunque el equipo no se haya reforzado este invierno al fichar a dos jugadores que, paradoja, no jugaban.

Y está claro que la 2ªA es lo nuestro. Todo lo demás son parches. Y si encima tiramos de cartera hacemos un equipo teóricamente fuerte la temporada anterior y viene el potentísimo Caudal a merendarnos, como antes lo hizo el Vecindario y tantos otros… Menos mal que este año no nos tocará el Tropezón, que anda por los bajos del grupo primero.

La 2ª A nos espera. O ella o el caos. Bueno, no, la mediocridad y las penas. Con dinero o sin dinero de Pacogo y con equipos caros, baratos o mediopensionistas.