14 de julio de 2010, 2:00
La otra, a medias, es la rectificación de Paco Gooomez, al que ahora sólo le llamaré Paco Goomez hasta que sea justo con los fieles y medio justo con los pensionistas. Comprendo que la Tribuna Alta sea cara, incluso lo entiendo sin excepciones, hasta puedo admitir que antes se fuera demasiado generoso y ahora cruel. En la mayoría de los espectáculos en que hay localidades para pensionistas, son baratas sí, pero no las mejores. En los toros de Madrid están tiradas pero en lo más alto de la plaza, en las andanadas, por supuesto, de sombra. Antes, y me afecta, habían sido tratados demasiado bien –ojo, cuando no había nadie…- y ahora deberían estar en un buen sitio, aunque no fuera de Tribuna Alta.
Enhorabuena a niños y peñistas, a los que les llega la rectificación. El gran malhumor del principio se disipa a medias, porque tampoco en esta segunda etapa se ha hecho bien. Menos mal que ha servido para algo lo que escribimos y, sobre todo, la huelga de brazos caídos de renovación de abonos.
Vamos a ver si la gente se anima, que debe hacerlo, y recuperamos el espíritu del 2010-2011. Es imprescindible consolidar a la nueva afición que surgió, despertó u olvidó y que no se vaya ni uno de los 10.000. Ni uno.
Para que tampoco se vaya este año la cavernera, que tan tristemente voló en los finales de la temporada. Recuerdo el pareado :
en tus manos tuviste la caverner,
tú tuviste la culpa de que se fuera.
Estas han sido las razones del no ascenso, en mi modestísima opinión:
1.- Una primera vuelta divina y una segunda casi de descenso.
2.- El día del Betis. La victoria en el Cartagonova les dio alas. La derrota le hubiese supuesto la muerte deportiva esa temporada. Desde entonces empezó la desestabilización desde fuera. Además, se vió claro que el equipo fallaba en las grandes ocasiones. Un primer y muy sonoro fracaso, fundamental.
3.- La fábrica “Caprichos Jim”, incomprensibles, que nos llevaron al hoyo. Fue muy bueno al principio y muy malo al final y sus equivocaciones resultaron decisivas para no ascender. Y ahora vemos que los jugadores “decisivos” en partidos “decisivos” –Quintero y Lobo Vigil- ya ven cómo han sido valorados. (Sin olvidar a Tato y Expósito). O sea, una falta total de criterio y coherencia.
4.- La no rotación de un equipo mayor y la anulación total de varios jugadores, situaciones que no sé si hicieron mella en el ánimo del vestuario.
5.- La fantástica pareja de centrales Cygan-Pablo Ruiz sustituída por lesiones por otros que estaban a distancia del rendimiento de los primeros.
6.- La desaparición de Longás. De extraordinario a casi nada.
7.- Lo que nos zurraron los árbitros. Vino después de la derrota ante el Betis. Todos los equipos y entidades vieron nuestra debilidad.
8.- Se nos coló el Levante poquito a poco y después fue tremendo el 3-5 en el Cartagonova. En un partido rarísimo por todo. Árbitro canallesco y fallos reiterados y sorprendentes.
9.- Falta de caché, de biografía e historia. No nos conocía nadie. No admitían que pudiéramos ser de Primera. Nos consideraban unos intrusos.
10.- Falta de experiencia en la categoría.
11.- Falta de estructura deportiva para un Segunda A y falta total para un posible Primera.
12.- Desastroso balance de los seis últimos partidos decisivos. Tampoco supimos ganarle a ninguno de los favoritos –salvo al Levante allí cuando no lo era- y perdimos con todos el gol average.
13.- La duda en parte de la opinión pública y aficionada de si interesaba subir o no.
14.- Influencia de no ver el campo lleno casi nunca.
15.- Y la última, jamás contemplada por mí, que se vendieran algunos jugadores, en afirmación de Paco Goomez. Apaga y vámonos. Sobra todo lo demás.
Y dos todavía por mi cuenta exclusiva :
Alguno de estos capítulos tienen la entidad suficiente como para ampliarlos. Los análisis son fundamentales para no repetir los errores.
Enhorabuena a niños y peñistas, a los que les llega la rectificación. El gran malhumor del principio se disipa a medias, porque tampoco en esta segunda etapa se ha hecho bien. Menos mal que ha servido para algo lo que escribimos y, sobre todo, la huelga de brazos caídos de renovación de abonos.
Vamos a ver si la gente se anima, que debe hacerlo, y recuperamos el espíritu del 2010-2011. Es imprescindible consolidar a la nueva afición que surgió, despertó u olvidó y que no se vaya ni uno de los 10.000. Ni uno.
Para que tampoco se vaya este año la cavernera, que tan tristemente voló en los finales de la temporada. Recuerdo el pareado :
en tus manos tuviste la caverner,
tú tuviste la culpa de que se fuera.
Estas han sido las razones del no ascenso, en mi modestísima opinión:
1.- Una primera vuelta divina y una segunda casi de descenso.
2.- El día del Betis. La victoria en el Cartagonova les dio alas. La derrota le hubiese supuesto la muerte deportiva esa temporada. Desde entonces empezó la desestabilización desde fuera. Además, se vió claro que el equipo fallaba en las grandes ocasiones. Un primer y muy sonoro fracaso, fundamental.
3.- La fábrica “Caprichos Jim”, incomprensibles, que nos llevaron al hoyo. Fue muy bueno al principio y muy malo al final y sus equivocaciones resultaron decisivas para no ascender. Y ahora vemos que los jugadores “decisivos” en partidos “decisivos” –Quintero y Lobo Vigil- ya ven cómo han sido valorados. (Sin olvidar a Tato y Expósito). O sea, una falta total de criterio y coherencia.
4.- La no rotación de un equipo mayor y la anulación total de varios jugadores, situaciones que no sé si hicieron mella en el ánimo del vestuario.
5.- La fantástica pareja de centrales Cygan-Pablo Ruiz sustituída por lesiones por otros que estaban a distancia del rendimiento de los primeros.
6.- La desaparición de Longás. De extraordinario a casi nada.
7.- Lo que nos zurraron los árbitros. Vino después de la derrota ante el Betis. Todos los equipos y entidades vieron nuestra debilidad.
8.- Se nos coló el Levante poquito a poco y después fue tremendo el 3-5 en el Cartagonova. En un partido rarísimo por todo. Árbitro canallesco y fallos reiterados y sorprendentes.
9.- Falta de caché, de biografía e historia. No nos conocía nadie. No admitían que pudiéramos ser de Primera. Nos consideraban unos intrusos.
10.- Falta de experiencia en la categoría.
11.- Falta de estructura deportiva para un Segunda A y falta total para un posible Primera.
12.- Desastroso balance de los seis últimos partidos decisivos. Tampoco supimos ganarle a ninguno de los favoritos –salvo al Levante allí cuando no lo era- y perdimos con todos el gol average.
13.- La duda en parte de la opinión pública y aficionada de si interesaba subir o no.
14.- Influencia de no ver el campo lleno casi nunca.
15.- Y la última, jamás contemplada por mí, que se vendieran algunos jugadores, en afirmación de Paco Goomez. Apaga y vámonos. Sobra todo lo demás.
Y dos todavía por mi cuenta exclusiva :
- Llevar el amarillo , el color más gafe de los gafes como segunda equipación. Al final se cumplió la tradición, que no se notó al principio. Bastante tenemos con el blanco y negro. ¿Por qué no utilizarlo como Alemania, Valencia o Salamanca o, en último término, como la Juventus?
- El gafe del Canal Menos. No ganamos más que un partido. Eso sí, con el Murcia.
Alguno de estos capítulos tienen la entidad suficiente como para ampliarlos. Los análisis son fundamentales para no repetir los errores.
