Recuerdo que antes de comenzar el partido le decía a mis allegados que este año el juego del equipo les iba a gustar más que el año pasado. A las ocho de la tarde, cuando todo acabó, me comieron.
Puse el televisor, sintonicé la 107.9 FM y mi sorpresa fue cuando estaban cantando el once inicial “Reina, Gaspar, Goni, Abraham Paz, Txiki…” ¿Txiki? ¿De lateral izquierdo Txiki? No lo entendí. Pensaba que a Gorka Kijera le había pasado algo en el calentamiento previo, pero… ¡No! Estaba en el banquillo…
Esa fue la primera incongruencia que vi en el once inicial. El cuerpo técnico, desde el primero hasta el ultimo pasando por todos y cada uno de ellos mostraron, desde su llegada al club, que era necesario contar con dos jugadores por puesto.¿Y qué pasa con Gorka Kijera? Ese lateral vasco del que se enamoró Paco López en una eliminatoria de ascenso. No jugó y tenía todas las papeletas para hacerlo. Si no había convencido al míster durante la pretemporada porque no había rendido como se esperaba de él, lo entiendo. Pon al otro lateral izquierdo (M. Torres). Pero en ese Hércules – Cartagena, lo tenía todo para por lo menos demostrar si vale o no, durante 90 minutos. ¿Qué mejor momento que al comienzo de la temporada para empezar a ver como compiten de verdad los jugadores? No quiero ni pensar como habrá quedado el vasco con semejante desplante…
Seguían mis compañeros, Carlos Sánchez y Paredes, cantando la alineación: “Collantes, Dimas, Álvaro Antón, Lafuente y Toni Moral”. ¿Y Cléber? Bueno, esta circunstancia la entiendo, son exigencias del guión. Tienes tres medio centros, uno a tope (que no apareció), Mariano lesionado y Cléber recién salido de la enfermería y está falto de ritmo aún. Al final, por lo que sea, al pequeño gran hombre van a colocarlo con calzador en la posición de medio centro.
Para colmo, el técnico cartagenerista decidió sacar a Asier Goiría (que no aguanta ni tres carreras seguidas) en el minuto 24 ante todo un Hércules en su estadio.
¿No era más fácil un cambio natural? Poner a Maldonado, Marc Fernández o dar entrada a Cléber (lo vas metiendo en competición) y poner en su sitio al bueno de Ander Lafuente o si lo que quieres es meter un delantero, pon a Bolado pero no a la que, para muchos –todos-, era la última opción del banquillo.
Total, el partido ya está prácticamente olvidado aunque todavía escuece la derrota. Habrá que dar tiempo al entrenador para que engrase la máquina albinegra. El domingo, nos espera un complicado Barça B que vendrá con ganas de llevarse la victoria tras su derrota ante el Villarreal B. A ver qué pasa.
