viernes. 26.04.2024

El FC Cartagena náufrago en un mar turbulento

Les voy a contar una confidencia, no suelo hacerlo, pero como hoy estoy triste de cómo se ha desarrollado el derbi voy a saltarme la costumbre y lo haré: Esta mañana, estoy en La Ribera, me ha despertado la luz del alba y me he puesto a desayunar en casa...

Les voy a contar una confidencia, no suelo hacerlo, pero como hoy estoy triste de cómo se ha desarrollado el derbi voy a saltarme la costumbre y lo haré: Esta mañana, estoy en La Ribera, me ha despertado la luz del alba y me he puesto a desayunar en casa mucho más pronto de lo normal que cualquier otro día; tenía prisa, lo he hecho en el porche de Garnacha, con las persianas levantadas, sin miedo a que las primeras luces de este Sábado de Dolores, dolores tenían que ser, me ofuscasen y atormentaran, amenazaran y agredieran, como tantas veces esta temporada.

Sentía  indefensión y rabia. Sufría y creía  sufrir en silencio, sin que nadie lo viese, es que tengo más cojones que mi caballo de Espartero y, además, a mí me sirven. Desayunando he visto la derrota de mi Cartagena, la he visto a la luz del alba y en Garnacha, la he contemplado a través de las persianas subidas con temor a todo, la he contemplado e intuido con cojones.

Sé que ahora, cuando el articulista ha pasado el puerto, alguno lo va a pasar mal, está solo, permaneciendo en la sombra. Puede que se sienta una colilla pisoteada, aun sintiéndose héroe, y en sus ganas de trabajar y en su empeño fatuo de presumir de hacerlo cada día mejor y en su sacrificio por decir saber entender y asumir los rigores de las actuales circunstancias del fútbol cartagenero, esta tarde se sentirá absolutamente defraudado y arrepentido: A veces la violencia verbal impide trabajar con objetividad.

{sumario:Terminado el partido ya no caben los sueños, sino el pavor a la pobreza, a la pérdida de la ilusión, del orgullo o de los sentimientos:sumario} Histeria, pánico, rabia y miedo al fracaso, con síntomas de ansiedad deportiva, he sentido cuando Emilio Sánchez, minuto seis de la primera parte, ha marcado y la Nueva Condomina comenzó a gritar aquello de “Cartagena a segunda B, a segunda B a segunda B. Como rebelándose, un grupo de orishas -deidades de ritos africanos-, me han protegido hasta Manu Torres empató y los enmudeció ante lo que parecía un fracaso salvaje incipiente.

El miedo al fracaso, ése es el problema. Con el miedo al fracaso, pensando en los epicúreos y a los pocos minutos de comenzado el segundo tiempo ¿reaccionó? el Efesé después de la expulsión de Dimas Delgado, arropado además por el terror de los otros tres miedos que aterrorizan al deportista inseguro de su posibilidad: miedo a los dioses, miedo a la muerte, miedo al dolor y miedo al fracaso. El FC Cartagena pronto se dio cuenta de que  los cuatro miedos citados son absurdos porque los dioses los han desamparado y este su desamparo no ha podido ser conjurado y de ahí el fracaso.

Terminado el partido ya no caben los sueños, sino el pavor a la pobreza, a la pérdida de la ilusión, del orgullo o de los sentimientos. Saliendo del estadio he visto diluidos los colores blanquinegros pintados en las mejillas de zagales y zagalas y hasta de hombres maduros. También los ilusionados lloran. No preocuparse.

Todavía se está a tiempo, es primavera, aunque hoy nublada, de tomar polvos de oro en tazón de fresas. Lo dijo muy bien Maquiavelo: el hombre olvida con mayor rapidez la muerte de su padre que la de su patrimonio. A olvidar toca. Lo pasado y disfrutado en las dos temporadas anteriores no fueron cuentos, y si lo fueron, lo fueron de ensueño.

No estaba previsto que ocurriera pero ocurrió. Desde entonces deambulo por la casa como un fantasma con demasiada memoria o como un tonto del bote sin cuerda. Mi cabeza se ha convertido en un bostezo por el que patinan imágenes y ecos, silencios y sombras de ese 1-4 inolvidable con Jim, Víctor, De Lucas, Toché, Rubén, Cygan y Pablo Ruiz, Longas y Mariano, Ander Lafuente y Txiqui y Clavero. Me siento vacío, ajeno a mí mismo. Y todo por culpa de una chorrada: se ha perdido el partido de la inflexión, se ha perdido el partido de los cojones. 

{sumario:Todo empezó cuando Cristian García “el Ruso” rompió el partido y Carlos Ríos hizo la chapuza de cada partido:sumario} Todo empezó cuando Cristian García “el Ruso” rompió el partido y Carlos Ríos hizo la chapuza de cada partido, cambió a Salva Chamorro por Toni Moral. Fue el tercer cambio, pero el chico del cambio ya no estaba para esos trotes de cambiar el resultado y mi entusiasmo inició entonces un largo viaje de 11 jornadas con sus correspondientes noches que habrán de concluir en el infierno en el que Caronte les espera.

Durante ese tiempo sentí la misma sensación de desamparo que si hubiera prestado el bolso con todas mis dependencias dentro. No lloré de milagro, ¡qué coño, sí lo hice!

Este equipo me ha producido una súbita impresión de extrañeza. Extrañeza gloriosa en el primer tiempo e infernal, irreconocible o demasiado conocida a partir de quedarse con diez. No exagero. No los he identificado, me han parecido, deshabitados, con su sistema operativo sin actualizar y sin rastro de aquel equipazo del 1-4. 

Todos, algunos como el Presidente, tampoco hoy acompañó a su equipo, y el Director General más que otros, deben entonar el mea culpa. Debieron tomarse la molestia, tiempo tuvieron, de hacer una copia de seguridad  de aquel submarino blanquinegro, no lo hicieron por ignorancia y ahora pagan las consecuencias. Para este viaje liguero de 2011-2012 no hacían falta tantas alforjas, creo han sido, entre verano e invierno, veintitantas.

En el fútbol los milagros no se prodigan, pero de vez en cuando se constata que existen por su abandono. Por lo de esta tarde, ya queda menos, es milagroso que el FC Cartagena llegue a permanecer en esta 2ª División. Es sorprendente, no se le adivinan condiciones para imponerse a equipos de su misma élite. Al menos, por lo visto esta y otras tardes, somos náufragos en un mar turbulento.  ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”. Dies 3/31: Pridie Kalendas Apriles.
http://lamedusapaca.blogspot.com. En Twitter: @Logrocartg.


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