25 de mayo de 2010, 2:00
El equipo entrenado por Juan Ignacio Martínez ha dilapidado una ventaja de seis puntos sobre sus más inmediatos perseguidores, y pese a ello los dos de arriba en estos momentos no se han podido escapar, lo que demuestra la tremenda igualdad que existe en la categoría.
Existe una peligrosa oscilación en el estado de ánimo del entorno cartagenero. Una victoria parece que nos pone en primera, mientras que una derrota suena a fracaso estrepitoso. Decía Juan Ignacio en la rueda de prensa posterior a la victoria frente al Numancia una frase bastante significativa: “apenas se está dando mérito a lo que estamos haciendo”. Asimismo, Txiki nos comentaba tras terminar el partido del Levante que no debemos perder la perspectiva, “porque ascender no es nuestro objetivo” y que la clave a partir de ahora va a estar en “no obligarnos a nosotros mismos a subir a primera”. Estas declaraciones muestran la tremenda exigencia a la que estamos sometiendo al equipo.
Una de las grandes bazas que sigue teniendo el Cartagena a cuatro partidos para el final de la liga es la ilusión por conseguir algo histórico para muchos de los integrantes de la plantilla y, sobre todo, para toda una ciudad volcada con su equipo. La entrega del equipo con 2-5 en el marcador muestra el compromiso que tiene por conseguir ese anhelado ascenso.
La afición debe seguir teniendo fe, manteniendo la calma en los momentos de tensión. El arbitraje del pasado sábado logró, no sólo sacar al equipo del partido, sino también a la afición. Ésta debe ser el auténtico jugador número doce, ayudando al equipo a mantener la calma y la concentración para que no se escapen más puntos del Cartagonova. El Cartagonova debe ser una olla a presión de aquí a final de liga. El orgullo y el corazón deben marcar la diferencia que nos coloque entre los grandes del fútbol español.
Existe una peligrosa oscilación en el estado de ánimo del entorno cartagenero. Una victoria parece que nos pone en primera, mientras que una derrota suena a fracaso estrepitoso. Decía Juan Ignacio en la rueda de prensa posterior a la victoria frente al Numancia una frase bastante significativa: “apenas se está dando mérito a lo que estamos haciendo”. Asimismo, Txiki nos comentaba tras terminar el partido del Levante que no debemos perder la perspectiva, “porque ascender no es nuestro objetivo” y que la clave a partir de ahora va a estar en “no obligarnos a nosotros mismos a subir a primera”. Estas declaraciones muestran la tremenda exigencia a la que estamos sometiendo al equipo.
Una de las grandes bazas que sigue teniendo el Cartagena a cuatro partidos para el final de la liga es la ilusión por conseguir algo histórico para muchos de los integrantes de la plantilla y, sobre todo, para toda una ciudad volcada con su equipo. La entrega del equipo con 2-5 en el marcador muestra el compromiso que tiene por conseguir ese anhelado ascenso.
La afición debe seguir teniendo fe, manteniendo la calma en los momentos de tensión. El arbitraje del pasado sábado logró, no sólo sacar al equipo del partido, sino también a la afición. Ésta debe ser el auténtico jugador número doce, ayudando al equipo a mantener la calma y la concentración para que no se escapen más puntos del Cartagonova. El Cartagonova debe ser una olla a presión de aquí a final de liga. El orgullo y el corazón deben marcar la diferencia que nos coloque entre los grandes del fútbol español.
