27 de octubre de 2010, 2:00
Aquí, en mi pueblo, cerca de Un Rincón para Doce, justamente en la cera de enfrente, habita un mancebo de farmacia, nacido en Beniel, que conoce muy, muy bien al “FG” de Jacarilla y me transmite la idea de que el hacendado presidente es una mezcla de gaviota y charrán. Que se transforma perfectamente, a conveniencia, ora en gaviota, para deglutir aquello que apresa, u ora en charrán patinegro, para volar alto oteando los quehaceres empresariales y deportivos.
Siendo un observador pertinaz en los aconteceres de la semana deportiva cartagenera, el Benielense le comenta a mi Icue que: “No ha habido, ni hay, ni habrá tenor que cante el Gori-Gori a Juan Ignacio Martínez. Que alguien tuvo la irresistible tentación de confundir deseos con realidad intentando que muchos viesen a Martínez Jiménez transportado por cuatro enterradores camino de su tumba de entrenador cartagenerista”.
¡Icue, basta ya, serenidad, un poco de serenidad! No entres en estas fabulaciones aunque leyendo que, no hace demasiado, Gómez avisó: “Yo no te echaré. Serán los resultados los que te cesen. Si perdemos muchos partidos, tendré que echarte”. ¡JIM, téntelas tiesas!
Ni sus detractores pueden dar por fenecido al proteico entrenador, ni sus partidarios creer que con el cambio ganador del sábado pasado ya se ha despejado el camino de estorbos hacia la consolidación. JIM se ha reinventado coherentemente. Si en junio cayó del caballo tordo con el que cruzaba sus particulares nubes de algodón ascendente, ahora en octubre ha entendido que el todopoderoso presidente, que lo sustenta, le ha demandado una robustez estratégica en sitiales silenciosos determinados y le ha exigido abandonar el diseño naif de sus improvisadas y, en algunos casos, temerarias alineaciones.
¡Icue! Lo han ratificado, nadie le mueve la silla. Lo han atado al objetivo de asegurarle la estabilidad de aquí a junio de 2011.Se acabaron las bromas. Si se está a cuatro puntos en intención de ascenso no es cosa de jugar a adivinanzas ni a inventivas manidas, como modo de comunicación, con los aficionados-abonados. Juan Ignacio ha cogido aire aunque sólo sea por simular que tiene ideas y tácticas específicas para los desafíos inmediatos y ha vuelto a los tiempos en los que boqueaba, entusiasmando, a sus partidarios para desconcertar a sus oponentes.
Por favor Icue, manda callar a los frívolos bachilleres, que la efervescencia de la espuma ya ha pasado.
¡Icue! Ya ha terminado la batalla del agit-prop. Serénense los más inquietos. El muerto aún está vivo.
Hala, a encender chispas de esperanza, esto lo arregla, sola y exclusivamente, la madre que parió a esta grandiosa afición. Tenemos, casi un embarazo deportivo, tiempo justo para mandar señales de esperanza.
¡Icue!, hala majete, adiós, y a ustedes, pacientes veedores de este ventanuco, decirles que ya tenemos motivos para cerrar los mundos de Yupi porque el charrán ya “kirrikea” en su mediterráneo nido. Felices días, felices, muy felices.
Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies10/27: ante diem sextum Kalendas Novembres.
Siendo un observador pertinaz en los aconteceres de la semana deportiva cartagenera, el Benielense le comenta a mi Icue que: “No ha habido, ni hay, ni habrá tenor que cante el Gori-Gori a Juan Ignacio Martínez. Que alguien tuvo la irresistible tentación de confundir deseos con realidad intentando que muchos viesen a Martínez Jiménez transportado por cuatro enterradores camino de su tumba de entrenador cartagenerista”.
¡Icue, basta ya, serenidad, un poco de serenidad! No entres en estas fabulaciones aunque leyendo que, no hace demasiado, Gómez avisó: “Yo no te echaré. Serán los resultados los que te cesen. Si perdemos muchos partidos, tendré que echarte”. ¡JIM, téntelas tiesas!
Ni sus detractores pueden dar por fenecido al proteico entrenador, ni sus partidarios creer que con el cambio ganador del sábado pasado ya se ha despejado el camino de estorbos hacia la consolidación. JIM se ha reinventado coherentemente. Si en junio cayó del caballo tordo con el que cruzaba sus particulares nubes de algodón ascendente, ahora en octubre ha entendido que el todopoderoso presidente, que lo sustenta, le ha demandado una robustez estratégica en sitiales silenciosos determinados y le ha exigido abandonar el diseño naif de sus improvisadas y, en algunos casos, temerarias alineaciones.
¡Icue! Lo han ratificado, nadie le mueve la silla. Lo han atado al objetivo de asegurarle la estabilidad de aquí a junio de 2011.Se acabaron las bromas. Si se está a cuatro puntos en intención de ascenso no es cosa de jugar a adivinanzas ni a inventivas manidas, como modo de comunicación, con los aficionados-abonados. Juan Ignacio ha cogido aire aunque sólo sea por simular que tiene ideas y tácticas específicas para los desafíos inmediatos y ha vuelto a los tiempos en los que boqueaba, entusiasmando, a sus partidarios para desconcertar a sus oponentes.
Por favor Icue, manda callar a los frívolos bachilleres, que la efervescencia de la espuma ya ha pasado.
¡Icue! Ya ha terminado la batalla del agit-prop. Serénense los más inquietos. El muerto aún está vivo.
Hala, a encender chispas de esperanza, esto lo arregla, sola y exclusivamente, la madre que parió a esta grandiosa afición. Tenemos, casi un embarazo deportivo, tiempo justo para mandar señales de esperanza.
¡Icue!, hala majete, adiós, y a ustedes, pacientes veedores de este ventanuco, decirles que ya tenemos motivos para cerrar los mundos de Yupi porque el charrán ya “kirrikea” en su mediterráneo nido. Felices días, felices, muy felices.
Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies10/27: ante diem sextum Kalendas Novembres.
