El Icue y…de la esperanza a la desilusión

Hoy el partido de la Jornada 29 se ha jugado en sábado en atención a los ritos procesionales de la Semana Santa, que en esta Cartagena nuestra comienzan con un relieve especial. Por eso se ha echado el fútbol por delante, para no mezclar las cosas. Pero la tradición manda y hay que reconocer que entre la Semana Santa cartagenera y el fútbol, la antigüedad es un grado. Así, pues, el sábado fútbol y el domingo, y por la tarde, las cofradías, los capirotes, los tronos y todo ese magnífico orden escenográfico penitencial.

Hoy, al terminar el partido y al volver a casa, me he puesto a dialogar con el Icue sobre lo que ambos habíamos presenciado en el Cartagonova, hoy debo decirles a los Lolos o a los Lelos que he estado en el Cartagonova. Si, en el Cartagonova en una localidad que no voy a desvelar por si en la próxima el Lolo decide buscarme.

Contemplando el partido el Icue y el articulista convinieron en acordarse, nada más y nada menos que en Emmanuel Kant, filósofo tan metódico que los habitantes de Königsberg ponían su reloj en hora cuando él paseaba todos los días frente a sus casas. Nos hemos acordado que Kant, el hijo del guarnicionero, escribió la Crítica de la Razón Pura, tal vez el libro más importante de la historia de la filosofía. También hemos recordado que padeció, en los últimos años de su vida, una demencia senil en los que perdió la memoria y se apagó la extraordinaria inteligencia que había iluminado el mundo. Y que llegó a la conclusión de que sólo es posible conocer la apariencia de las cosas pero no el noúmeno, su esencia.

Lo mismo que le sucedió al filósofo, les ha sucedido esta tarde al Icue y al articulista. Efectivamente, no es lo mismo presenciar un partido en vivo y en directo, en el que contemplas su esencia, el movimiento de los jugadores, las indicaciones y correcciones del entrenador, el griterío y los aplausos de la efesemanía y hasta sientes el olor primaveral de los espectadores contiguos a nuestros asientos, que escuchar u oír lo que sucede en el estadio y te cuentan los narradores que lanzan sus impresiones hacia las ondas para que lleguen hasta la casa en la que uno está perfectamente abrigado e instalado. Escuchar u oír el partido desde casa es presenciarlo desde lo apariencial y presenciarlo directamente en el estadio es seguirlo desde sus esencias.

Y efectivamente el partido jugado esta tarde contra los manchegos de La Roda pudo ser un partido esencial. Y no lo ha sido para este FC Cartagena, frío, sin defensa, con un centro de campo descoordinado y con una clamorosa dependencia de Florian. Este partido con esperanzador comienzo después de ese minuto 4 con el magnífico gol a cabezazo excelente de Tonino a un centro perfecto de Oscar Rico se convirtió en tarde sabatina de dolor, incertidumbre y nerviosismo. No me ha gustado el FC Cartagena, lo digo como lo he visto, y me preocupa que el equipo haya entrado en la recta definitiva de la temporada en esta situación.

 

El FC Cartagena ha llegado a esos ocho últimos partidos de los que tanto le gustaba hablar a Luis Aragonés y en los que, según él, “se decide todo”. Quedan 24 puntos por disputarse. Es evidente que el margen es muy grande y tal y como se está manejando la zona de arriba y contemplando lo de esta tarde creo que a este equipo le falta un buen trecho de camino para quedar campeón del grupo IV. En mi opinión el calendario del Efesé es bueno, pero por encima de su hoja de ruta, el Icue no es muy optimista después de las sensaciones que esta tarde ha mostrado.

El Cartagena, que estaba vivo y en la cresta la ola, hoy no ha carburado en casa, ha tenido problemas para pasar por encima, y pudo hacerlo, a este entusiasta equipo rodense. Al equipo de Eloy Jiménez le han bastado dos zarpazos adornados con fallos de nuestro Cartagena para convertirse en un equipo solvente y llevarse la victoria. Al equipo manchego le ha bastado con la intensidad que le han metido Mejías y Jesus. Con el 1-2, los espacios fueron muy amplios para los de La Roda, el FC Cartagena comenzó a sufrir, allí se acabó todo y el encuentro quedó zanjado.

El Icue que había acudido esta tarde al Cartagonova con la intención de contrastar la finura del equipo de Pacheta con la ordinariez del equipo de Pato ha salido decepcionado. No ha podido ser. Ahora, que ya hemos entrado en el tiempo en el que la Liga se decide todo, es oportuno decir que este equipo debe decidirse por coger el tren que le conduzca al objetivo que todos queremos  y es que el sentido común es el instinto de la verdad. ¡Ay, ay, ay!