jueves. 09.05.2024

El Icue y el sin fortuna Asier Goiría Etxebarría

El Icue dice que, ahora que el jugador ya no está y puede que no vuelva a jugar en el Cartagonova hasta los comienzos de la segunda vuelta, ¡Ay, ay, ay!, desea quedarse con estos dos primeros versos de la canción de Alfredo Sadel porque la historia de Asier Goiría...

El Icue dice que, ahora que el jugador ya no está y puede que no vuelva a jugar en el Cartagonova hasta los comienzos de la segunda vuelta, ¡Ay, ay, ay!, desea quedarse con estos dos primeros versos de la canción de Alfredo Sadel porque la historia de Asier Goiría en el FC Cartagena ha ido desarrollándose desde la ilusión a la desilusión y llegar hasta el olvido.

Fue un jugador que vino para martillear, rugir, como león que fue, torturar, azotar y dominar a las defensas contrarias y se quedó para perder el tiempo en seguir altercados, no provocados por él, y tener que soportar insultos, manipulaciones y polémicas sin fundamento que, en año y medio que lleva por estos pagos, han servido para distraer al personal con batallitas insustanciales.

Me comenta el Icue que toda su vida deportiva, desde que comenzó jugando en la tercera división, allá en su Amorebieta natal, ha transcurrido por los distintos vericuetos que el fútbol español posee a lo largo de su suelo patrio. Ha tenido que detenerse, para repostar, en multitud de estaciones durante todos estos años, parando en ellas, en unas más que en otras y fundamentalmente en aquellas que están situadas en esas zonas estratégicas de Amorebieta, Guernica, Bilbao, Burgos, Logroño, Eibar, Numancia y Cartagena. Casi, casi como si se tratase de recitar todas las provincias de la antigua Castilla la Vieja.

Que llegó a la ciudad portuaria siendo un jugador madurito, hoy ya ha cumplido los treinta y uno, de la mano de un tal Buitrago y con la recomendación, en el fútbol todavía existen estas, probablemente más que en otras profesiones, de Juan Ignacio Martínez Jiménez a la sazón entrenador de un equipo que, por aquellos días, se paseaba altivo por las cumbres de La Segunda y a un paso de La Primera.

Que se acomodó junto a La Rambla de Benipila para jugar un carro de minutos y, a pesar de ello, todavía tiene que llegar el portero que saque el balón por él lanzado y con marchamo de gol válido de debajo de las redes. ¡Qué pena, pero así está siendo!

Que en año y medio que lleva deambulando por el Cartagonova y adyacentes aún no se ha hecho mayor futbolísticamente hablando y mira que le dieron oportunidades, hasta infinitas.
Mira Asier, no hay mal que cien años dure, y precisamente ahora que desgraciadamente estás lesionado, me gustaría recordar contigo que Dumbo el elefante más famoso de Disney, y que ya ha cumplido más de 70 años, fue restaurado en su maltrecha copia original y lo celebraron de tal manera que lo mostraron al mundo lo más parecido a lo que concibió Walt Disney allá por 1940.

Esto es lo que va a pasar contigo y te lo dice quién que te ha dado hasta en el cielo del paladar. Vas a salir de esta lesión absolutamente restaurado y como si se tratase de aquel joven jugador que en el Burgos marcó esos dieciocho goles.

Todo lo ofrecido hasta ésta tu lesión fue el negativo de esa fotografía que todos los cartageneristas conocemos y que hemos remitido en un camión refrigerado hacia los infiernos y durante estos dos meses en los que obligatoriamente vas a estar parado examinaremos fotograma a fotograma y escanearemos el original que llevas dentro y crearemos nuevas imágenes digitales que eliminarán la suciedad y el polvo que has almacenado desde que saliste de tierras sorianas y verás cómo, después de tu recuperación, se te recibe con el cariño que el Cartagonova, de vez en cuando, ofrece a los que quiere.

Los artesanos de esa rotura parcial del ligamento lateral externo y sindesmosis de tu tobillo derecho van a reconstruirla y su intención no será otra  que dejarte con toda tu originalidad, empuje, fuerza y goles como los restauradores hicieron con Dumbo. Todo, amigo Asier, será original. Te eliminarán todos los residuos de tu mala fortuna que pasarán  a formar parte del imaginario colectivo de un Goiría que fue y de otro especial; el restaurado con el clasicismo de delantero centro a la antigua usanza y recuperado para marcar esos goles que este Cartagena necesita.

Esta historieta comparativa con el paquidermo que sabía volar, a partir de tu recuperación, va a formar parte de las anécdotas y problemas de tu vida deportiva.

El Icue para terminar desea decirte una cosa: “Dumbo” fue el cuarto largometraje de Disney, el más corto -64 minutos-, costó 812.000 dólares, mucho menos que sus antecesores “Pinocho” y “Fantasía”, ya que el magnate quería demostrar que se podía hacer una película con menos de un millón de dólares.

Tú Goiría, no eres el cuarto delantero centro de nuestro Cartagena, eres el clásico delantero centro, no has costado lo que por ahí se pregona y toda la afición conoce que el magnate, es decir, D. Francisco Gómez Hernández confía en ti a muerte, así que tranquilo, el gol llegará en cualquier momento del partido de tu debut después de la lesión. Sigue en esa magnífica actitud de tirar del carro, solucionar los problemas y a hacer todo lo que sea necesario por el bien del equipo. Deja de sentirte jodido y trata de olvidar  todo lo anterior a tu lesión. Esa es la ilusión que todos tenemos desde hace un poquito más de un año que viniste.

Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”. Dies 10/19: Ante diem quartum decimum Kalendas Novembres.

http://lamedusapaca.blogspot.com En Twitter: @Logrocartg.

El Icue y el sin fortuna Asier Goiría Etxebarría
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