10 de octubre de 2012, 12:00
Me dices Icue que el equipo, el FC Cartagena, como dijo Espronceda va “viento en popa a toda vela”. Y tienes razón en cuanto al equipo, ese grupo de 11 o 14 futbolistas que, en cada partido vuelan, son bravos, atronadores, han cazado ya siete presas y las tienen bien cogidas entre sus garras, aunque una no haya sido completa.
Los equipos contrarios les han entregado sus siete pendonesrindiéndose a sus pies y, según todos los entrenadores de grupo IV de esta División cobre del fútbol español, son temidos por los confines de esos campos de Andalucía,(12); Extremadura, (3); Castilla La Mancha, (2); (1)de la lejana Ciudad Autónoma de Melilla y otro en la cercana Sangonera la Verde que, aclaro para todos aquellos lectores de fuera de la Región Murciana que me siguen, es la pedanía en la que está inscrito el equipo UCAM Murcia CF.Y no debo darte la razón o no estoy de acuerdo contigo que este nuestro bergantín navegue “viento en popa” en lo referido a la entidad, institución o Sociedad Anónima Deportiva.
No, aquí no va bien, de ahí el enunciado de este miércoles.La campaña de abonados de esta temporada 2012/2013 finalizó con 4.776, 234 menos que ese guarismo, tópicamente ideal de 5000, con el que soñaron los dirigentes y eso que tuvo un apéndice, (duró hasta el 23 de septiembre), de prolongaciónpatrocinado, orquestado y perfectamente dirigido por ese entusiasta Presidente de la Federación de Peñas del FC Cartagena que hasta organizó su campaña apoyada en unos premios, sorteados el pasado lunes, que han ido desde la entrega de un conjunto de ropa interior en lencería y corsetería, un exprimidor, tomarse un café en la terraza del Cartagonova y finalizar arropándose, empieza a hacer frío, con una bufanda de
“Somos Efesé” cortesía de la peña del mismo nombre.
No, aquí no va bien. En todo lo que llevamos de Liga se han jugado en el Cartagonova cuatro partidos, que han tenido una concurrencia de espectadores muy ajustada a esa cifra oníricamente idealizada,y añadida al balance en ese 5000, como si fuese calcada de aquel famoso eslogan de la CEDA al grito de ¡a por los trescientos!
Fíjate Icue, aquí esto no va bien, ni todo el monte de espectadores no es, ni ha sido orégano: el día que nos visitó el Albacete Balompié, primer partido de Liga, asistieron al estadio 4864 espectadores; 5920 el día que se jugó contra el Lucena CF; 5.206 cuando jugaron contra el Loja CD y 5310 el domingo pasado contra el CD San Roque de Lepe.
Como podrás comprobar, ahí estamos raspando el 5000 por muy poco y por encima del larguero. Y es que, señor presidente, las cosas no sólo se han hecho mal, sino que se ha vuelto a no saber o no querer hacerlas bien porque, según su teoría expuesta y explicada publica y privadamente a quien quisiera escucharla: “si la cosa transcurre con normalidad y el equipo está arriba el personal acudirá y se irá animando poco a poco”. Bueno, esto se verá y tú, amigo Icue, lleva bien la contabilidad de asistencia porque al final, haremos balance.
Esa teoría u ocurrencia, o esa confianza, o esa dependencia de no sé que fuerzas ocultas, más bien depende de una sublimación futbolística pasional o de cierta dependencia que, por medio de una exaltación por partidos ganados provoca en la afición consolidada o más bien inestable, que es la que nos ocupa, una dependencia ambiental curiosa: el entusiasmo para hacerse asociado dependerá de los goles. Sin ellos, como después de la muerte de Hamlet, no quedará sino el silencio.
Esto, señores de la S.A.D. FC Cartagena, no deja de ser una paradoja, casi grotesca, en el discurso del presidente cuyo entusiasmo lo hace depender de que un chaval nacido en cualquier barrio de cualquier ciudad yde cualquier nación, sea Montevideo, Enguera,Bagnols sur Cèze, Cartagena o la de ese futbolista nigeriano, Kabiru Akinsola Olarewaju,si llega o recién llegado, acierte a colocar un balón allí donde no puede alcanzarlo el portero.
Pensar y aplicar esta teoría, señor Gómez, es cuando menos pueril, aunque el Icue se atreve y la cataloga como infantil. Por favor, siga calladito o solamente hablando en la comida con sus invitados jugadores y no escachifolle la cosa, que va muy bien. Aunque el Icue, leyendo lo que lee, (doctores tiene la madre Iglesia), piensa que algunos ya se están poniendo la venda en los ojos por lo que pueda pasar en Sevilla y Cádiz: que si la hora temprana del partido, que si la “caló”, que si la juventud, divino tesoro, de los muchachos del Sevilla Atlético. Ya saben, lo dijo Quevedo: “cuando pitos flautas, cuando flautas pitos:” ¡Venga ya!
Tú Icue tranquilo, esperaremos ver que sucede a la vuelta de esta enésima excursión por Andalucía, seguro que arroyamos al Arroyo CP. Nos lo han puesto a güevo Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”.Dies 10/10: ante diem sextum Idus Octobres. Nº 259.
