El pasado fin de semana no hice otra cosa que descansar, leer y leer y escribir algunas líneas para mi satisfacción personal y, probablemente, de algunos otros. En esas estaba cuando, abriendo las páginas de un diario nacional, me tropecé, allá en el córner del inglés, con un hermoso artículo, como todos los suyos, titulado “¿Hay consuelo para un corazón destrozado”? y pensando en ti, querido Icue, concluí que no. Tan desconsolado te he visto, tan destrozado he comprobado estás que me han dado ganas de transcribir íntegramente el artículo de John Carlin y dedicártelo en toda su extensión porque es el fiel reflejo por el estado de ánimo por el que estás pasando, dado el momento comatoso de tu y nuestro Cartagena.
Ya sé que existen algunos voceros que tratan de confundirte que no engañarte, al no ser necio, no te dejas. Ya sé que esos pregoneros de la confusión intentan cambiarte la opinión que tenías consolidada desde la pretemporada y que ahora, a estas alturas de diciembre, la has corregido para aumentarla: Nuestro Cartagena, ni allá a finales de julio y agosto había configurado una plantilla para llegar a la Primera División por una avenida alfombrada, ni aquel Director técnico supo lo que hacía, aunque conscientemente, como si fuese una mercancía, la publicitó y la vendió a los que quisieron comprarla como buen paño de esos que en el arca se vende y del que él ignorante, quizás por no ser muy leído, no sabe que ese paño extraordinario, encerrado en el arca y con cuatro llaves, no necesita ser publicitado para venderlo.
Más tarde, con la rapidez y la ignorancia que le caracterizan, el dueño de los dineros cambió a los responsables del desaguisado, contrató a la Duda, aterrizó y se dio cuenta de que nada de lo proyectado le servía y llega a la Navidad con un equipo deshilachado, confundido, necesitado, no de remiendos, sino de un traje absolutamente nuevo en lo que al centro del campo y delanterase refiere. Tenemos confeccionada la chaqueta para taparnos las espaldas pero nos falta el chaleco para taparnos la pechera y las mangas para cubrirnos y salir del tiempo helador en el que nos encontramos. Y mientras, los aficionados asolados, desconsolados, sin remedios y viendo que, aquello que tanto costó conquistar una tarde de mayo de 2009,está a punto de marcharse por los desagües porque algunos,conscientemente, lo están arrojando.
Y en estas, algunos deseando medrar, dicen ahora, navegar contra corriente y hablan y escriben y escriben y hablan como zombis deseando situarse en el momento oportuno con sus escritos inoportunos y su retahíla de incongruencias, insensateces y hasta sus gracias.
Querido Icue, tú muy bien sabes que esto no es ningún circo aunque existan y pululen por los alrededores y dentro del Cartagonova los “tuiteríos” payasos, esto, como dice Carlin es el: “comportamiento ante el espectáculo del fútbol como el de una civilización descerebrada, semejante a la visión que tenemos de los fans romanos en el Coliseo, ávidos ellos de que en el gran derbi de la temporada el gladiador de la cinta blanca decapite al de la cinta morada o de que los leones se coman a los cristianos”.
Ya sé, te conozco, que tu desconsuelo, Icue, es total y puede que hasta irremediable.Diles a tus coleguillas que,cómo “el autoengaño tiene hora de caducidad”, traten de salir de él refugiándose no en la filosofía, sino en la lógica o en la racionalidad. ¡Cuidado! que éstas, en los tiempos que corren, no abundan fundamentalmente, mientras no se demuestre lo contrario, en el staff del club, ni en el entrenador, ni en algunos jugadores acomodados. Ya saben, este club ha estado y está gobernado por: “Palomas;Algún López, hijo del “Chusco”;Ayudantes de campo; Algún López, espectro de “La Duda” y eso otro triste López al que echaron”.
¿Cómo un club puede estar gobernado por palomas, chusqueros, dudas, ayudantes de campo de pitiminí y hombres tristes? Si tú, querido Icue o ustedes estimados lectores lo saben, díganmelo y lo contaré. Lo otro lo dejo para los voceros de la autocomplacencia y el autoengaño.
Y una última cosa para terminar, si el próximo sábado se gana o se empata en Chapín, como nos tienen acostumbrados, el Icue lo contará aunque tenga que sufrir o gozar y es que la razón, en esto del fútbol, es incapaz de domar al corazón.
Pedro-Roberto J.P.En un “Rincón para Doce”.Dies 12/14: Ante diemundevicesimum Kalendas Ianuarias.
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