10 de mayo de 2012, 14:40
Su contratación fue recibida con expectación y satisfacción el pasado verano y sobre la marcha las carencias de configuración de la plantilla indujeron al segundo entrenador en el puente de mando, Javi López, a sacarse de la chistera la utilización de Collantes como delantero en punta de lanza y no por las bandas, que era como tradicionalmente había jugado el delantero.
Fue un acierto de Javi López, que después se columpió manteniendo a ultranza a Goiria.
Collantes respondió peleando con los defensas en la posición de ariete y vio consolidado su aprecio especial por los aficionados. La ofensiva del Cartagena era escuálida, sin embargo, y muy pronto apareció la punta del iceberg de una incapacidad goleadora que ha acabado por lastrar la vida del equipo en la competición, etiquetado como el menos eficaz cara a puerta. Hoy las cosas han cambiado un poco y en todos los partidos, de los siete últimos, se marca.
{sumario:La palabara ‘pesetero’ se asoció al comportamiento de algunos profesionales, uno de ellos Collantes:sumario}Pero llegó la etapa mala, paupérrima, la de no vencer a los rivales directos enemigos del Cartagena y éste en bloque no estuvo a la altura. Uno de los que tiraban del carro flaqueó, como todo el conjunto; llegaron resultados que ahora pesan como losas, y un amplio sector del público vio en varios de sus futbolistas una apatía que bien pudo ser el reflejo de la impotencia más que otra cosa, de una larga pájara. Ahí llegaron las duras críticas y la palabra ‘pesetero’ se asoció con otras acaso más duras al comportamiento de algunos profesionales, uno de ellos Collantes, que ya no era la estrella que recogía aplausos hasta cuando tiraba los saques de esquina.
{sumario:El 'affaire' de Elche, mal contado y aclarado con mucha demora por Collantes:sumario}Una tarde Collantes se enojó y con ocasión de meter uno de los siete goles (ninguno de penalti) que lleva marcados en más de 2.500 minutos de juego, hizo gestos a la grada que se volvieron automáticamente contra él. Luego para arreglarlo surgió el ‘affaire’ del Elche, involuntariamente mal contado porque la transparencia plena no existe en el Cartagena y por lo que veo tampoco en el Elche, y ello dio lugar a que las críticas al jugador se multiplicasen. Hasta que el propio Collantes habló en una rueda de prensa que tendría que haberse realizado mucho antes.
Parece que las cosas han vuelto a su sitio y el de San Fernando demuestra que es un jugador muy válido, con su individualismo y todas las cosas que adornan a un jugador con chispa y dinámico.
Seguirá tal vez siendo profesionalmente controvertido pero no dejará de ser uno de los futbolistas que se están ganando el sueldo y por ello que creo ha sido tratado injustamente, de manera desproporcionada, incluso por algunos con ensañamiento. Yo, que suelo mirar mensajes de todos los colores que envían los queridos lectores de Sportcartagena, he podido comprobar que durante semanas Collantes ha estado en el ojo del huracán. Y es bonita y necesaria la publicidad, el estar en la cresta de la ola, pero no necesariamente tiene que ser a costa de masacrar al futbolista con epítetos ofensivos. El jugador también es persona. No se ha inventado el futbolista de acero inoxidable.
Fue un acierto de Javi López, que después se columpió manteniendo a ultranza a Goiria.
Collantes respondió peleando con los defensas en la posición de ariete y vio consolidado su aprecio especial por los aficionados. La ofensiva del Cartagena era escuálida, sin embargo, y muy pronto apareció la punta del iceberg de una incapacidad goleadora que ha acabado por lastrar la vida del equipo en la competición, etiquetado como el menos eficaz cara a puerta. Hoy las cosas han cambiado un poco y en todos los partidos, de los siete últimos, se marca.
{sumario:La palabara ‘pesetero’ se asoció al comportamiento de algunos profesionales, uno de ellos Collantes:sumario}Pero llegó la etapa mala, paupérrima, la de no vencer a los rivales directos enemigos del Cartagena y éste en bloque no estuvo a la altura. Uno de los que tiraban del carro flaqueó, como todo el conjunto; llegaron resultados que ahora pesan como losas, y un amplio sector del público vio en varios de sus futbolistas una apatía que bien pudo ser el reflejo de la impotencia más que otra cosa, de una larga pájara. Ahí llegaron las duras críticas y la palabra ‘pesetero’ se asoció con otras acaso más duras al comportamiento de algunos profesionales, uno de ellos Collantes, que ya no era la estrella que recogía aplausos hasta cuando tiraba los saques de esquina.
{sumario:El 'affaire' de Elche, mal contado y aclarado con mucha demora por Collantes:sumario}Una tarde Collantes se enojó y con ocasión de meter uno de los siete goles (ninguno de penalti) que lleva marcados en más de 2.500 minutos de juego, hizo gestos a la grada que se volvieron automáticamente contra él. Luego para arreglarlo surgió el ‘affaire’ del Elche, involuntariamente mal contado porque la transparencia plena no existe en el Cartagena y por lo que veo tampoco en el Elche, y ello dio lugar a que las críticas al jugador se multiplicasen. Hasta que el propio Collantes habló en una rueda de prensa que tendría que haberse realizado mucho antes.
Parece que las cosas han vuelto a su sitio y el de San Fernando demuestra que es un jugador muy válido, con su individualismo y todas las cosas que adornan a un jugador con chispa y dinámico.
Seguirá tal vez siendo profesionalmente controvertido pero no dejará de ser uno de los futbolistas que se están ganando el sueldo y por ello que creo ha sido tratado injustamente, de manera desproporcionada, incluso por algunos con ensañamiento. Yo, que suelo mirar mensajes de todos los colores que envían los queridos lectores de Sportcartagena, he podido comprobar que durante semanas Collantes ha estado en el ojo del huracán. Y es bonita y necesaria la publicidad, el estar en la cresta de la ola, pero no necesariamente tiene que ser a costa de masacrar al futbolista con epítetos ofensivos. El jugador también es persona. No se ha inventado el futbolista de acero inoxidable.
