Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
Me reafirmo en mi "teoría del deportivo". El Cartagena está yendo a peor, es decir, involucionando en vez de evolucionando. Este domingo no pudo asistir al encuentro por problemas de salud, pero tras leer todas las crónicas habidas y por haber del partido, todas vienen a reafirmarme en la sensación que ya me venía rondando desde hace un par de semanas: el equipo, de tanto querer retocar la defensa, ha estropeado el ataque.
Los números son incontestables, y está claro que un solo gol encajado en cuatro partidos es una cifra muy a tener en cuenta. La sangría defensiva que costaba puntos al inicio del campeonato se ha cortado, pero la hemorragia se ha trasladado ahora a otro miembro de que parecía sano: el ataque. Antes, los partidos del Cartagena podían ser de todo, menos aburridos. Especialmente los partidos en el Cartagonova, que eran una sucesión de ocasiones. Ese Cartagena tenía algo especial, que ya no tiene.
Entiendo que Víctor sigue buscando el elixir. Ha renunciado a salir jugando desde atrás en pos de una mayor solidez, sacrificando la brillantez que antes lucía su juego. Ha cerrado la herida defensiva a costa de un ataque se muestra ahora romo y sin ideas. Algo que se ve acentuado porque ni Cristo Martín ni Juanlu Hens - dos futbolistas de empaque llegados para marcar las diferencias - han hecho méritos para considerar que son dominantes en la categoría.
El problema de todo esto es que acabamos de sobrepasar la jornada 12, y la dinámica es horrible. Otro año más mirando hacia abajo no hay cuerpo que lo aguante...
