Consiguió poner orden en la defensa de un equipo que encajaba demasiados goles y con él llegaron dos victorias esperanzadoras, incluso se mereció una tercera, ante el Murcia. Pero la buena transformación del sistema de cobertura, hasta el punto de que más de diez conjuntos llevaban más goles en contra que el colista de la Liga Adelante, fue asfixiada por la evidente impotencia del propio ataque. El ya destituido se encontraba atado de pies y manos.
Javi López se inventó la transformación de Juanjo Collantes en una posición de ataque sacando al gaditano del extremo y acertó. Pero desde mi punto de vista fueron muchas las semanas que el técnico catalán jugó peligrosamente con fuego. Así es muy sencillo salir chamuscado. Su obstinación por contar sistemáticamente con Goiría para la ofensiva y la sorprendente marginación de varios jugadores, en primer plano Ander Lafuente, utilizado para apagar fuegos y como último recurso, terminaron por perjudicar al técnico, que paulatinamente vio decrecer la credibilidad ante la afición y, por lo que se ve, ante el presidente del club.
Destituido Javi López no cabe decir, pienso, que sea un mal entrenador. Siempre dijo estar convencido de que el Cartagena saldría de problemas, pero esa convicción supongo se desvanecería cuando en el estadio Chapín el equipo por él dirigido bajó los brazos, fue una caricatura y recibió un 3-0. Retroceso con el paréntesis de las vacaciones y todas las incógnitas de la operación refuerzos en danza.
El Cartagena (Paco Gómez, “ordeno y mando”) ha adelantado los acontecimientos y quiere para el partido con el Huesca, ya en enero, otro semblante, otro talante y otros resultados.
Javi López, que siempre tendrá la excusa de que él no hizo esta plantilla, ya no estará en el escenario de esta lucha que se reanuda en enero con 3 partidos pendientes en la primera vuelta y toda la segunda parte de la Liga por jugar. Yo no lo creo, pero parece que él se lo ha buscado. Involuntariamente. Mucho más capacitado que su antecesor Paco López en el aspecto técnico, y desde luego más experto en estos menesteres, el preparador barcelonés se habría salvado de la quema siendo estratégicamente más atrevido en los planteamientos. No tenñia herramientas, pero es que ni siquiera ha muerto en el intento. Fue conservador y coleccionó empates. Eso sí; empates muy meritorios.
Si se sacó de la chistera la 'solución' Collantes, bien pudo además buscar algún revulsivo de nuevo cuño para el ataque o dar otra misión (más adelantado en el campo, tal vez) a Dimas. La pobreza ofensiva con la que peleó el mister, sin hallar soluciones y manteniendo sistemáticamente a Goiría cuando su hoja de goleador seguía inmaculada un día, otro y otro, creo ha sido el pasadizo que le ha llevado a su destitución.
