9 de noviembre de 2009, 1:00
Vamos, las cualidades que debe tener todo equipo que aspire a ganar un partido sin discusión. Bien es verdad que le acompañó la suerte en el primer gol y que el tremendo fallo del guardameta Elía –nunca se debe despejar en dirección a un jugador cuando éste te acosa– contribuyó a que los blanquinegros encarrilasen el partido nada más comenzado.
Pero si detrás de ese golpe de suerte no hubiera habido un fondo de calidad, buen fútbol y potencia atacante, el ‘Efesé’ nunca hubiera podido ganar con tal contundencia. Porque frente a un equipo, como el Real Murcia, hecho un manojo de nervios, desorientado por los vaivenes que ha sufrido el banquillo y la propia composición de las alineaciones –Mario Rosas ha pasado de no contar para Campos a ser el eje del pobre juego de Jose González– ha exhibido un buen dominio del balón, una profundidad total sobre la meta rival y una seguridad prodigiosa atrás en una defensa encabezada por el acertadísimo Rubén, que se ha revelado como un gran guardameta salvando las dos o tres ocasiones peligrosas creadas por el Real Murcia en la segunda parte coincidiendo con la entrada de Dani Aquino.
Aunque sé que es difícil consolar a los seguidores granas –lo malo, como me decía uno, no es perder sino la cara de gilipollas que se te queda–, deben tener en cuenta que han caído frente a un gran equipo, al líder solitario y consolidado de la categoría y que no debe ser un deshonor haber perdido ante él. Al contrario, hay que felicitar al ‘Efesé’ y congratularse de que un equipo de la Región sea el que mande en la División de Plata. Lo que parecía imposible comienza a tener visos de realidad: que el Cartagena luche por el ascenso a Primera.
Pero si detrás de ese golpe de suerte no hubiera habido un fondo de calidad, buen fútbol y potencia atacante, el ‘Efesé’ nunca hubiera podido ganar con tal contundencia. Porque frente a un equipo, como el Real Murcia, hecho un manojo de nervios, desorientado por los vaivenes que ha sufrido el banquillo y la propia composición de las alineaciones –Mario Rosas ha pasado de no contar para Campos a ser el eje del pobre juego de Jose González– ha exhibido un buen dominio del balón, una profundidad total sobre la meta rival y una seguridad prodigiosa atrás en una defensa encabezada por el acertadísimo Rubén, que se ha revelado como un gran guardameta salvando las dos o tres ocasiones peligrosas creadas por el Real Murcia en la segunda parte coincidiendo con la entrada de Dani Aquino.
Aunque sé que es difícil consolar a los seguidores granas –lo malo, como me decía uno, no es perder sino la cara de gilipollas que se te queda–, deben tener en cuenta que han caído frente a un gran equipo, al líder solitario y consolidado de la categoría y que no debe ser un deshonor haber perdido ante él. Al contrario, hay que felicitar al ‘Efesé’ y congratularse de que un equipo de la Región sea el que mande en la División de Plata. Lo que parecía imposible comienza a tener visos de realidad: que el Cartagena luche por el ascenso a Primera.