27 de mayo de 2013, 12:48
Queridos amigos cartageneristas, nuestra hora llega, una vez más, el próximo domingo, a las 19 horas. Allí deberemos de estar, en el estadio, como siempre, aunque más de una vez, nos hayamos “enfurrunchado” y hayamos salido muy “quemáos” del Cartagonova; pero aún así, nuestro sitio estará en la grada, apoyando a los nuestros y lo pasado, pasado está. Nuestra oportunidad, la pintan calva, -casi, como un servidor-, pero por nosotros, nunca deberá de quedar.
Escribo este comentario, y me vienen al recuerdo, otros muchos escritos que realicé, en diarios cartageneros, -algunos ya desaparecidos-, años y años pasados, en situaciones similares pero, eso sí, con resultados muchísimo peores que el que se dió en Mieres. Jamás perdí la confianza en “mi equipo”, aunque su dueño actual sea, D. Francisco Gómez, otras veces en manos de otros presidentes y condiciones económicas horribles, también. Siempre apoyé esas situaciones donde apenas había esperanzas reales de salvar eliminatorias, quizás con un optimismo desmesurado, en consecuencia, ¡cómo no lo voy a hacer ahora, con un resultado que invita al optimismo?. Bien es cierto que, por lo visto en Oviedo, el juego desplegado, no fue de lo más vistoso, pero el equipo contrario, -que de “perica en dulce”, nada de nada-dentro de los “aletéos” que dio en su estadio, -y es normal-, tampoco pudo con un ordenado entramado defensivo, un seguro cancerbero y, a lo que sólo faltó, a mi manera de ver, mas presencia y, cómo no, acierto ofensivo.
Ahora nos queda, para completar bien este primer escalón, de este portal de tres, la victoria el próximo domingo y, si no fuera así, es que, realmente, no seríamos merecedores de la clasificación. En consecuencia, nuestro aliento debe ser continuo el día 2 de Junio, a las 19 horas y si puede ser un poco antes, mejor, como el día del Alcoyano, a la llegada de los futbolistas al estadio, en el partido de ida del último ascenso.
Eso es lo que espero, el venidero domingo y que empujemos con todas nuestras fuerzas, que creo que es lo menos que podemos hacer; el resto, depende de ellos, los futbolistas, siguiendo las directrices de los técnicos actuales, a los que deseo, de todo corazón, muchísima suerte, que será también la nuestra.
¡Salud y, -ahora más que nunca-, suerte, como siempre…!.
