viernes. 17.05.2024
EN UN "RINCON PARA DOCE"

Qué manera de jugar, qué manera de palmar...

Qué sentimiento, aunque no lo crean, el que plasmó y bordó Joaquín Sabina en ese su intransferible himno del centenario del equipo colchonero madrileño: "Qué manera de jugar, qué manera de sufrir, qué manera de palmar". Perder sí que cansa. Bueno, también hace amigos y hasta compañeros de viaje. Lo...

Qué sentimiento, aunque no lo crean, el que plasmó y bordó Joaquín Sabina en ese su intransferible himno del centenario del equipo colchonero madrileño: "Qué manera de jugar, qué manera de sufrir, qué manera de palmar". Perder sí que cansa. Bueno, también hace amigos y hasta compañeros de viaje. Lo que no cansa es ganar y más como esta mañana lo ha hecho el R. Murcia.Qué manera de perder, qué manera de ganar...amigos murcianos. No hay que preocuparse, “autro año será”, digo “autro año” cuando debiera haber dicho que será en la segunda vuelta cuando todo volverá a ser distinto a lo de hoy. Tranquilidad, es cierto queeste año nos habéis ganado, ha sido unos días con anterioridad a los de hace dos años y aquí a la orillita del Mediterráneo que como ya sabéis es el mar nuestro de cada día y para vosotros el mar de los baños veraniegos a los que seguís viniendo, cuando no os vais un poquico más allá del mojón Pilareño.

El cronista se había levantado con ilusión y es con esa misma ilusión con la que llegó al Cartagonova para, con tiempo, sentarse en su localidad, tomar unos apuntes del ambientazo, contemplar como los peñistas murcianos se colocaban en los bajos del fondo norte, inspeccionar de visu que el césped del estadio se hallaba en un perfecto estado para el juego, ver que el ambiente era un ambientazo y darme cuenta que en la presidencia, nuestro presidente estaba acompañado no por su homólogo, siempre nos desprecia, sino por su hermano.

En esas estaba el cronista disfrutando de una mañana espléndida de sol, sin amenaza de nada, cuando comenzó a fluir el extraordinario juego de este Cartagena que se empeñaba en barrer los males presagios de tormenta, nubes frías y otros fenómenos atmosféricos, cuando los murcianos se quedaron helados con la maravilla jugona que estaban viendo y padeciendo.
Hasta aquí todo era perfecto. El cronista dejó de fumar, repudiando el tabaco, hace muchos años, pero esta mañana le han colocado por detrás, por delante y lateralmente todas las grandes plantaciones cubanasque padecer junto a unos devoradores de cohíbas que se han erigido  en los mayores de mis demonios y que me han estado acechando durante todo el partido.

Pero no sólo ha sido eso. Otro adlátere sacando media botella-petaca llena de un orujo, más propia de las tierras de Babia que de tierras mediterráneas, el muy cansino no hacía otra cosa que ofrecerme un trago hasta que he tenido que decirle que era abstemio excepto del vino de Rioja

Un tercer aficionado, un tipo atrabiliario, gruñón y desportillado, situado dos filas más abajo a la que yo me encontraba, llegó a ofrecerme hasta una onza de chocolate, como placer de adulto, que por supuesto también rechacé para no caer en la adicción que juntamente con el resultado que hasta ese minuto se estaba produciendo era de lo más glorioso.

Y ¡zás! minuto 57, aparece un tal Jorge, tira a puerta de Reina por primera vez, tropieza en Dimas y marca el Real Murcia que hasta ese momento estaba en el sueño de tomar el sol. Se establece un debate en la grada que me supera, no entiendo, me vuelve lelo: el miedo a que los jugadores del Cartagena se cansen de ganar con la racha que llevan. ¿De qué estamos hablando? ¿Es que ya nadie recuerda lo que era ser palmador hace cuatro jornadas atrás?
Lo que estaba siendo una victoria épica. Cuando todos comenzaban a hablar con elogios de Reina, de Abrahán Paz, del eibarrés Quijera, de Collantes, del goleador Álvaro Antón y hasta algún insensato intentó recordar a D. Ángel Quirantes para apuntarse el éxito de esa sucesión de fichajes, que hasta hacer tres semanas eran de deshecho, llegó el segundo gol huertano y todo el estadio enmudeció. El estadio rápidamente se dio cuenta de su silencio y comenzó a dar gritos de ánimo a  todos aquellos que estaban sudando la camiseta blanquinegra mereciendo cariño eterno por su pundonor, ¿alguien recuerda la palabra? como Txiqui,Chus Herrero, Mariano, Toni Moral y Ander Lafuente, es decir la vieja guardia que en esta mañana ha estado soberbia.

 Hoy este plantel no ha engañado al espectador; han derrochado calidad, gran toque, mucho genio y un muchode bonhomía, propia, escasa en anteriores derbis, e innata en grandes jugadores de la talla humana de estos.

Todo lo que les cuento ha sucedido en una maravillosa mañana y no muy fría mañana otoñal. Ha sucedido la primera vez, después del infierno, que los pimentoneros volvían al Cartagonova. Y ha sucedido pudiendo el articulista contemplar en la grada de la Rambla y junto a los que, haciendo un gran sacrificio económico, se acercaron para ver como nuestro Cartagena perdía cruelmente, el fútbol es así, frente a su eterno rival. Ser blanquinegro... ¡y perder! ha sido extraño para este viejo cartagenerista que acudió al estadio pensando en algo maravilloso.
Adiós, deseo que el juego, como el de esta mañana, de mi Cartagena dure una eternidad porque al año que viene, en la segunda vuelta, allí en la Nueva Condomina el retorno volverá a ser de fortuna y de juego, con la misma deportividad que esta mañana, para los colores blanquinegros.

Pedro-Roberto J.P.En un “Rincón para Doce”.Dies 10/22: ante diem tertium Kalendas Novembres.
http://lamedusapaca.blogspot.com.En Twitter: @Logrocartg.


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