7 de abril de 2010, 2:00
Una victoria que da tranquilidad al entorno y permite afrontar el gran derbi con la seguridad que da esta victoria tras dos derrotas consecutivas.
Es curioso como, con el equipo peleando por el ascenso, mirando de tú a tú a lo largo de todo el curso a equipos como la Real Sociedad, Betis o Hércules, una parte de la afición sigue estando descontenta. Se critica a Juan Ignacio por decisiones en las que ha fallado, a este y aquel jugador por sus errores, pero el equipo sigue tercero.
Existen numerosos ejemplos en el fútbol en los que el entorno de un club puede acabar con las aspiraciones deportivas de la entidad. Valencia, Atlético de Madrid o Real Madrid saben muy bien como el entorno es capaz de devorar jugadores, entrenadores y hasta presidentes.
Por su contra, un ejemplo de unidad la ejemplifica el Athletic de Bilbao. Tras varias temporadas luchando hasta el final por evitar el descenso, jamás se ha hablado de cese durante la temporada, o silbidos a cualquier jugador. Hace dos temporadas el equipo se salvó en la última jornada. Su afición se dejó la garganta animando durante el último partido, donde se jugaban la salvación. Al terminar el partido, y con la salvación conseguida, la afición silbó a los suyos por la mediocre temporada realizada.
No es el momento de criticar lo más mínimo al equipo cuando se está viendo que se dejan el alma, que salen hundidos del vestuario cuando pierden, y no paran de agradecer en sus declaraciones el apoyo de su afición. Ya habrá tiempo de criticar, de señalar fallos.
Es el momento de apoyar al equipo, de ir al campo en vez de verlo por la televisión, porque entre todos podemos conseguir algo que ni imaginamos…un sueño.
Es curioso como, con el equipo peleando por el ascenso, mirando de tú a tú a lo largo de todo el curso a equipos como la Real Sociedad, Betis o Hércules, una parte de la afición sigue estando descontenta. Se critica a Juan Ignacio por decisiones en las que ha fallado, a este y aquel jugador por sus errores, pero el equipo sigue tercero.
Existen numerosos ejemplos en el fútbol en los que el entorno de un club puede acabar con las aspiraciones deportivas de la entidad. Valencia, Atlético de Madrid o Real Madrid saben muy bien como el entorno es capaz de devorar jugadores, entrenadores y hasta presidentes.
Por su contra, un ejemplo de unidad la ejemplifica el Athletic de Bilbao. Tras varias temporadas luchando hasta el final por evitar el descenso, jamás se ha hablado de cese durante la temporada, o silbidos a cualquier jugador. Hace dos temporadas el equipo se salvó en la última jornada. Su afición se dejó la garganta animando durante el último partido, donde se jugaban la salvación. Al terminar el partido, y con la salvación conseguida, la afición silbó a los suyos por la mediocre temporada realizada.
No es el momento de criticar lo más mínimo al equipo cuando se está viendo que se dejan el alma, que salen hundidos del vestuario cuando pierden, y no paran de agradecer en sus declaraciones el apoyo de su afición. Ya habrá tiempo de criticar, de señalar fallos.
Es el momento de apoyar al equipo, de ir al campo en vez de verlo por la televisión, porque entre todos podemos conseguir algo que ni imaginamos…un sueño.
