20 de agosto de 2013, 3:50
Desde entonces he seguido su trayectoria, un poco por el morbo de qué dirían sobre él y un mucho porque creí a pies juntillas que el fútbol fue demasiado cruel aquella tarde. Muchos, en Alcoy, lo vistieron de ‘limpio’ para arriba. Dijeron de él de todo. Pero Fernando aguantó de manera estoica jugando en el Alcoyano y haciéndolo muy bien durante otras tres temporadas, las mismas que aguantó el Cartagena en Segunda.
Hace un año Pedro Reverte, director deportivo cartagenerista, le llamó para reforzar a aquel conjunto que empezó comandando Pato y que se hizo casi a golpe de talonario. El Oviedo también le quería y no acabó en Asturias por una verdadera carambola que lo puso al final en el Cartagonova. Era un gran fichaje. A mí me lo pareció. Buen central, con experiencia sobrada en la categoría y, desde Alcoy, ya me dijeron que una excelente persona.
Fernando cumplió en el Cartagena como un jabato hasta que se lesionó. En la jornada 16 ya no pudo jugar pero hasta entonces, excepto un par de partidos, siempre fue titular y a un buen nivel. La lesión, como fue importante, tuvo que pasar por el quirófano. Fue de rodilla y el club le dejó sin ficha pese a que se dijo en su día que sólo serían tres meses. Al final acabaron cambiándole por Álvaro García.
Como tenía dos años de contrato decidió esperar a la siguiente temporada. A la actual. Recuperado de su lesión empezó jugando. Ante el Albacete, el partido que le ví, estuvo a un buen nivel pero claro, ni soy técnico ni lo pretendo. Alguien del club debió de opinar que hacia falta más velocidad atrás y se pensó en el recambio. De nuevo a dejarle fuera. Dicho y hechio. La ficha de Fernando Martín por la de Tarantino. A rey muerto rey puesto.
Seguramente le faltará ritmo de competición pero el fútbol, de nuevo, vuelve a ser injusto con Fernando. Francamente, creo que lo que esta vez le ha hecho el Cartagena a Fernando Martín (dejarle sin ficha a una semana del inicio de la Liga) ha sido una putada. Es lo que pienso y lo digo.
