5 de agosto de 2012, 19:16
En la actual situación al Futsal Cartagena le ha tocado la china de una crisis que no le ha permitido la adquisición de una plaza en Primera.
Roberto Sánchez ha dado un paso al frente de los que caracterizan a los toreros, a los toreros valientes. Brazo derecho de Antonio Mínguez, el actual presidente Roberto, que antes fue corredor sobre motos, se ha lanzado sin miedo en busca de la realidad del fútbol sala cuando ya no hay abundancia de patrocinadores y las ayudas oficiales llegan con demora, si las hay, y son más raquíticas que nunca.
La mata no da más de sí y la única política viable es la de poner en práctica un equipo austero, modesto, rejuvenecido pero con la ayuda de unos pocos veteranos para templar en la cancha cuando sea preciso y dejarse la piel en la pista. El Futsal no puede, ni debe ni quiere enfrascarse en una aventura sin retorno: la de gastar más de los dineros que puede manejar, lo que le conduciría a la desaparición.
En Cartagena hay suficiente afición para llevar a cabo un proyecto realista y decente que por convencimiento y experiencia ha tenido que diseñar ya Roberto Sánchez. Estoy seguro de que saldrá adelante porque enarbola la bandera del sentido común y es un factor a favor. El otro día se felicitaba porque ya contaba con 300 valientes nuevos abonados. Habría que multiplicar pronto ese número por cinco o por seis para que se pudiese trabajar con serenidad y garantía de resolver el paso por una Segunda que no va a ser fácil.
Este año no vamos a tener en La Bombonera jugadores de talla internacional, como en aquellos tiempos de opulencia .-cobraban fichas, alquiler del piso que ocupaban y coche para uso propio- que algunos fueron captados por el FC Barcelona. Primará desde ya la cantera que va a necesitar paciencia y comprensión por parte de todos. Llega un entrenador modesto, Fran Menchón. Las circunstancias reclaman ese cambio a la sencillez y a la eficacia, sin llevarnos a engaño con cantos de sirena que no corresponden con la realidad. Me parece que Roberto no engaña a nadie con su discurso.
Roberto Sánchez ha dado un paso al frente de los que caracterizan a los toreros, a los toreros valientes. Brazo derecho de Antonio Mínguez, el actual presidente Roberto, que antes fue corredor sobre motos, se ha lanzado sin miedo en busca de la realidad del fútbol sala cuando ya no hay abundancia de patrocinadores y las ayudas oficiales llegan con demora, si las hay, y son más raquíticas que nunca.
La mata no da más de sí y la única política viable es la de poner en práctica un equipo austero, modesto, rejuvenecido pero con la ayuda de unos pocos veteranos para templar en la cancha cuando sea preciso y dejarse la piel en la pista. El Futsal no puede, ni debe ni quiere enfrascarse en una aventura sin retorno: la de gastar más de los dineros que puede manejar, lo que le conduciría a la desaparición.
En Cartagena hay suficiente afición para llevar a cabo un proyecto realista y decente que por convencimiento y experiencia ha tenido que diseñar ya Roberto Sánchez. Estoy seguro de que saldrá adelante porque enarbola la bandera del sentido común y es un factor a favor. El otro día se felicitaba porque ya contaba con 300 valientes nuevos abonados. Habría que multiplicar pronto ese número por cinco o por seis para que se pudiese trabajar con serenidad y garantía de resolver el paso por una Segunda que no va a ser fácil.
Este año no vamos a tener en La Bombonera jugadores de talla internacional, como en aquellos tiempos de opulencia .-cobraban fichas, alquiler del piso que ocupaban y coche para uso propio- que algunos fueron captados por el FC Barcelona. Primará desde ya la cantera que va a necesitar paciencia y comprensión por parte de todos. Llega un entrenador modesto, Fran Menchón. Las circunstancias reclaman ese cambio a la sencillez y a la eficacia, sin llevarnos a engaño con cantos de sirena que no corresponden con la realidad. Me parece que Roberto no engaña a nadie con su discurso.
