Siempre igual

Acabas de leer parte de la introducción de una de mis canciones favoritas, y son tantas y tantas las personas que al cabo de los años se han identificado con estas frases que, muy a nuestro pesar, las mismas reflejan el día a día de todos y cada uno de nosotros.

Pero, a ver, que el objetivo de todo este comentario no es otro que el de extrapolar la vida, tu vida, mi vida... y al fin y al cabo, nuestra vida, con el mundo del fútbol. Así que esta historia arranca así:

Amanece un buen día; juega tu Cartagena; quedada con los amigos; comida, café y copita; te vas camino del Cartagonova y a partir de ahí llega esto: partido, nervios, sufrimiento, mosqueos, emociones, disgustos, alegrías, abrazos, saltos, enfados, algún que otro 'taco' y al final de todo... victoria.

Sí, sí; victoria, triunfo, éxito, alegría. Y ¡¡¡joder!!!, pareces el tío más feliz del mundo. Y escuchas la radio para saber como han quedado el resto de los rivales; y sabes que tu equipo, tu Cartagena, sigue entre los mejores; y pase lo que pase a tu alrededor no importa nada o casi nada; y por un momento eres feliz. ¿O no es verdad?

Así que amigo mío, tal vez esta historia, así no ocurrió, pero así debió ser.

Y si los sueños y recuerdos se mezclan alguna vez, ¿qué hay de malo en que este día yo sea un poco soñador? Pues sí, soñar no cuesta nada, y si encima es en blanquinegro, mucho menos; mucho mejor.

Toma nota, porque esto alguna vez será... siempre igual.

¿O será realidad?