Tiempo de preparación

Vaya por delante que soy un completo ignorante en materia de preparación física, pero sí que hago algo de deporte a nivel aficionado. Las dobles sesiones a las que JIM está sometiendo a sus jugadores pueden sonar a excusa barata para capear las críticas por los malos resultados, pero algo de cierto seguro que hay. Es imposible tener la chispa adecuada para un partido de fútbol después de llevar semejante paliza en el cuerpo. Lo sé porque, en algún momento, he experimentado esa desagradable sensación de pesadez.

Pero la pretemporada sirve precisamente para eso, para preparar al jugador tanto física como mentalmente para lo que se avecina. Con estas duras sesiones se está llenando la despensa de la que han de tirar para soportar la temporada. Y con los malos resultados – y también algo de mal juego – se están preparando ante el aluvión de críticas que les pueden caer si empieza mal la liga.

Aunque no todo es negro este verano, también hay pequeños detalles para la esperanza. Tácticamente, se observa progresión en el equipo, se observan mejoras. Se practica un estilo de juego claro, que todos conocen, las nuevas incorporaciones están dejando buenas impresiones – en especial Botelho, muy vertical y potente, aunque algo dado a hacer aspavientos – y contra el Molina se desplegaron un amplio abanico de jugadas ensayadas a balón parado. Además, ya en este último partido se generaron muchas ocasiones claras de peligro.

A pesar de que los resultados no hayan sido favorables, de momento creo que el equipo progresa adecuadamente, que dirían los profesores de primaria. Con unos pocos ajustes y, sobre todo, cuando se recupere la frescura que es imposible que tengan ahora – ya saben, por las dobles sesiones y eso – el equipo va a ser muy competitivo. Quizá porque soy de naturaleza optimista – o un poco kamikaze, no lo sé – me atrevo a vaticinar que la campaña del Cartagena va a ser, por lo menos, como el año pasado. Escrito queda.