8 de julio de 2015, 21:51
¿Recuerdan ustedes, aquella preciosa película, interpretada por la genial JULIE ANDREWS? Se llamaba (se llama, puesto que esta película será eterna) VÍCTOR O VÍCTORÍA. Fue un éxito mundial. El argumento es muy sencillo, pero enternecedor. Victoria era una cantante que no conseguía trabajo y estaba sumida en el desánimo. Un cantante (ROBERT PRESTON) la sugiere que se disfrace de hombre y adopte el nombre de Víctor, consigue trabajo y su triunfo es tal, que enamora tanto a los hombres como a las mujeres.
Por supuesto que no voy a establecer un paralelismo entre nuestro entrenador Víctor y la película, entre otras cosas porqué Víctor afortunadamente siempre ha tenido trabajo, pero…fíjense que al disfrazarse de hombre Victoria, y adoptar el nombre de Víctor su éxito es arrollador y su carisma consigue enamorar a todos aunque sean de distinto sexo.
Y ahora, si queremos echarle un poco de imaginación, si que podemos pensar que la historia de la película se puede asemejar a la de nuestro querido entrenador ¿en qué sentido? ¿Preguntarán ustedes? pues muy sencillo, lo explicaré.
Víctor no ha tenido que cambiarse el nombre, pero si ha cambiado su profesión de futbolista, por la de entrenador. Y es ahora cuando de verdad tiene la oportunidad de "enamorarnos” a todos, aficionados y aficionadas, es su gran oportunidad, y Cartagena que le quiere, le ha recibido con los brazos abiertos, pletóricos todos los aficionados de ilusión por volver a reverdecer en nuestra querida ciudad los éxitos que tuvo como jugador.
Víctor, en su presentación en el Corte Inglés como nuevo entrenador del F.C. Cartagena le dice a los aficionados que viene a hacer algo grande en nuestra ciudad, y me lo creo. Cuando Víctor abandona Cartagena, y su hogar de Santa Ana, lo hace en contra de los deseos de su familia, de el mismo, y por supuesto de la inmensa mayoría de los aficionados, lo hace sin rencor hacia unos necios que sin darse cuenta "echaban” a una persona que se había convertido en un icono de nuestro futbol, y él le promete a su familia, a las peñas y a todos los aficionados, que volverá a Cartagena ¡y lo ha cumplido!
No soy adivino, ignoro lo que le depara el destino a nuestro equipo en este fortísimo grupo IV de la maldita segunda B, pero si estoy seguro que los cimientos que están poniendo Belmonte, Deseado y su grupo parecen sólidos, hay ganas de futbol, la efesemanía se está despertando, y a poco que la varita mágica que ha acompañado a Víctor durante su trayectoria futbolística le siga ayudando, estoy convencido de que en efecto, pueden hacer algo grande.
Recuerdo, no con nostalgia, pero si con agrado, la reticencia de Víctor a venir a Cartagena en su anterior etapa de futbolista, si mal no recuerdo, tuvo Juan Ignacio que echar mano de todo su arte de convicción para demostrarle que era una buena decisión, hoy pasado el tiempo estamos seguros de que Víctor es uno más en nuestra querida ciudad, y que tanto el cómo su familia se sienten totalmente integrados en esta bendita tierra.
Solo me resta querido Víctor, desearte toda la suerte, paciencia y ánimo para que, entre todos podamos salir lo antes posible de este "pozo” tan oscuro y tan hondo que es la segunda B
Muchas gracias.
