Julián Calero, de esta manera, no tenía ningún problema en sumarse para llevar a un trono tan emblemático como el de la Piedad, que lucía por vez primera la Medalla con que fue distinguido Antoñico ‘el Lotero’, recientemente fallido y que cada año, vestido con su traje correspondiente de la Agrupación, era el primero en desfilar abriendo la comitiva. También en el interior va incrustada una placa reconociendo la inmensa labor que el extinto fundador de la UCAM solía realizar cada año, de hecho parte de su familia -que sepamos su viuda y dos de sus hijos- estuvieron presentes durante el recorrido.
Se trata pues de un detalle de cartagenerismo de los que se graban a fuego eterno por parte del entrenador cartagenerista, totalmente entroncado con Cartagena y sus magnas costumbres, que pasará a los anales de la Cofradía Marraja y de la propia Semana Santa. Nadie lo esperaba, era un secreto que muy pocos conocían pero que da una ligera idea del grado de compromiso adquirido por Julián Calero para su primer propósito y deseo desde que llegó, como es lo que está haciendo, salvar a un equipo que estaba hundido.
La procesión de las promesas, cada Lunes Santo, congrega a miles de cartageneros en las calles de la ciudad para acompañar a la Virgen de la Piedad, la madre de las promesas.
En este día los Marrajos "echan a la calle" su primera procesión. Lo que en un principio fue un simple traslado se ha convertido en una multitudinaria procesión en la que un gran número de cartageneros acompañan a la Virgen de la Piedad en cumplimento de sus promesas. Y Calero entre ellas
Ante la imposibilidad de poder sacar en procesión a la Patrona de Cartagena, los marrajos encargaron a Capuz una imagen similar a la Virgen de la Caridad, recibiendo una hermosa imagen que en este día desfila en un magnífico trono de plata llevado a hombros por más de cien portapasos y precedido por su tercio de penitentes. Y ahí quiso estar Julián Calero, digno del más fuerte aplauso.
La Virgen de la Piedad, mecida a hombros de sus portapasos, arrastra tras de sí cada noche de Lunes Santo a miles de personas, testimonio de la devoción del pueblo cartagenero a una imagen que representa el mismo momento pasionario que la Virgen de la Caridad, patrona de Cartagena.
Componen esta procesión el Tercio infantil de granaderos, el Santo Cáliz, los Granaderos, el Trono Insignia y la Santísima Virgen de la Piedad.
La procesión salió a las 21.00 horas desde la Iglesia de Santa María de Gracia a pesar de la amenaza de lluvia y transcurrió por la calle del Aire, Cañón, Mayor, Puertas de Murcia, Santa Florentina, Parque, Serreta, Caridad (Estación con rezo de la Salve), Duque, San Francisco, Campos, San Miguel, Aire e Iglesia de Santa María de Gracia, donde se recogía a las 00.00 horas