Hasta ahora el Cartagena había perdido dos partidos consecutivos pero nunca tres. Ocurrió en las dos primeras jornadas, con el Almería (1-3) y en Huesca (2-0) pero se arregló ganando en Zaragoza (0-1).
Volvió a repetirse en las jornadas 7 y 8 con sendas derrotas en Fuenlabrada (2-1) y las Palmas (4-1) pero antes de que se levantaran ampollas el 5-1 al Ibiza, el 2-3 en Lezama contra el Amorebieta y el 1-0 al entonces líder Sporting borraron de un plumazo las preocupaciones que estaban a punto de aparecer.
De nuevo hubo otras dos derrotas seguidas, en Éibar (2-1) y con la Ponferradina (0-1) pero otra vez se frenó aunque entonces fueron dos empates (en Leganés y en casa con el Málaga, derrota en Girona (2-1) y recuperar are con el Burgos (1-0).
Es decir que hasta la fecha perder dos partidos consecutivos había ocurrido hasta en tres ocasiones pero es la primera vez que se tropieza tres veces consecutivas y no se sabe las consecuencias que puede acarrear.
Ya se sabe la dureza de esta categoría que con tres victorias puedes enganchar la zona alta pero con cuatro derrotas consecutivas la dinámica puede cambiar radicalmente. Que esperemos que no.
